En Venezuela la Navidad siempre es un buen momento para los buenos deseos, reuniones en familias, mes de mucha ilusión y compartir, se acerca un nuevo año; y más allá de todas estas celebraciones diciembres es un mes de mayor consumismo para el venezolano, desde las decoraciones del hogar, las cena de nochebuena y fin de año; los regalos, estrenos, entre otros gastos que se pueda presentar para estas fechas tan importantes.
Actualmente el venezolano muy poco podrá disfrutar de estrenos de ropa, de la preparación de típicos platos navideños como las hallacas, el pan de jamón, el pernil y la deliciosa ensalada de gallina, así como de la compra de obsequios, como resultado de una situación económica que tiene a la mayoría de los ciudadanos del país en estado de preocupación y angustia.
En las calles las personas reconocen que este año tendrán que escoger entre alguna de las acostumbradas tradiciones navideñas o suprimir alguna de ellas, para centrarse en una exclusiva, mientras que los más desfavorecidos no tendrán tanta suerte.
Debido a esta situación actualmente estamos viviendo, se han afectando estas celebraciones que para muchos hogares ya no serán como en años anteriores. La cena para muchas mesas será reducida a una comida como cualquier otra, con lo que se pueda encontrar, sin hablar de que para algunos faltarán alimentos por completo. La ropa pasó a otro plano este año, y para quienes se han empeñado en mejorar el aspecto de las casas, juegan con lo que puedan retocar algunos defectos, usando materiales de años anteriores y reciclando adornos.
De alguna alguna manera el venezolano se las ha ingeniado para no pasar por alto esta fecha, y se ha reinventado en el camino, y dentro de todo lo que se ha vivido este 2017, esa es la mejor noticia.
También como cada Navidad, llegan los momentos familiares en los que, sentados a la mesa, se ven los huecos que van dejando los que por alguna razón se van yendo del país. Familias que pasarán estas fechas distantes y con la ausencia de uno o más de sus integrantes, sin embargo con la esperanza de que en algún momento se puedan reencontrar, y con la esperanza de que habrán tiempos mejores.
A pesar de los de los problemas que confronta el país, a pesar de la discordia y de las divisiones que existen por algún motivo, en las calles nos topamos con mucha gente que coincide en que lo importante bajo cualquier circunstancia que estemos pasando, es que lo que más importa es el compartir juntos en familia, y que mientras haya salud habrán razones para seguir luchando a pesar de las adversidades, de este año que pronto se va.
El venezolano motivador sólo se quedara con lo bueno, con la esperanza de que ese Espíritu Navideño constituya un impulso para iniciar un proceso de renovación que el país anhela.
Por: Valeria Balan