Son muy pocos los comerciantes que decidieron quedarse en sus locales, mientras que el panorama en el sitio empeora cada vez más
Como una especie de «Elefante blanco» que ha protagonizado llamados y reclamos durante distintos gobiernos del municipio Plaza, desde la época en que en la ciudad de Guarenas gobernaba el economista William Páez, han calificado comerciantes de la conocida «Feria de Buhoneros» de Trapichito, las obras de dicha feria, la cual actualmente se encuentra en deplorable estado y cada vez más abandonada.
Apenas algunos locales se encuentran activos en la sede situada a escasos metros del terminal de Trapichito, en el que operan las rutas extraurbanas a Petare, Caracas y Barlovento.
Usuarios de la «Feria de Buhoneros» como José Luis Pacheco y Mery Alzualde, aprovecharon la presencia del equipo de La Voz por la zona, para solicitar públicamente que se activen los mecanismos que revivan la actividad económica en el lugar.
«No es posible que con esta tremenda estructura y tantos locales, no se haya logrado el debido funcionamiento de la feria. Aquí apenas hay abiertas algunas peluquerías, venta de comida, y uno que otro localcito de fotocopiado, el resto de los locales prácticamente son depósitos y vemos cómo la obra que se suponía iba a convertir esto en una belleza, está prácticamente en el piso, con fallas eléctricas, derrames de agua, accesos destrozados», nos refería otra usuaria del sitio, de nombre Ana Mendoza.
Estas personas consultadas coincidían en agregar que tal vez lo más indignante sea que todo el dinero supuestamente invertido para la obra, de la cual durante el gobierno del exalcalde Freddy Rodríguez debió culminarse, se haya ido por una especie de saco roto, dado que en las condiciones actuales lo que se ha levantado es posible que tenga que ser derribado para poder dar paso a una construcción digna y que cumpla realmente con las necesidades de comerciantes y usuarios.
Otro usuario consultado en el sitio fue Jesús Alberto Suárez, y el mismo opinaba que la forma en que fueron levantados los muros de la feria ha llamado el hampa y ha espantado a la clientela que podría interesarse por las ventas de algunos de los locales. «Aquí domina la oscuridad, la delincuencia se puede ocultar en los muros fácilmente, no hay vigilancia, en fin, son muchas cosas por corregir además de las fallas en lo poco que se levantó de la obra», culminó.
Las personas consultadas así como algunos comerciantes quisieron aprovechar la ocasión para hacer el llamado al alcalde Luis Figueroa, a recorrer el área y hacer el diagnóstico que de paso a soluciones prontas y viables en este caso, de manera de que la economía local sea dinamizada en diversos escenarios.
Janeth Solórzano
jsjsolorzano@gmail.com