El ente regulador de telecomunicaciones de Estados Unidos, la FCC, y las compañías operadoras se opusieron el lunes a la posibilidad de que una red 5G sea financiada por el estado federal, una idea que según algunos medios, está siendo considerada en Washington.
Según la página de noticias Axios y el Wall Street Journal, que citan una nota confidencial, los funcionarios de la Casa Blanca responsables de la seguridad nacional están presionando para invertir en la red ultrarrápida de internet móvil 5G con dinero público, con el objetivo de contrarrestar las ambiciones chinas en esta materia.
En un comunicado el lunes, el presidente de la FCC, Ajit Pai, fue enfático al decir que es «contrario a cualquier idea de una red nacional 5G construida y manejada por el gobierno».
Según el funcionario, es «el mercado, no el gobierno, el que está mejor posicionado para impulsar la innovación y la inversión» y cualquier intento federal «de construir una red 5G nacionalizada sería costoso y contraproducente y nos desviaría de las políticas necesarias para el futuro del 5G en Estados Unidos».
La industria de las telecomunicaciones también se ha manifestado contra esa posibilidad. «Nada haría frenar más nuestro ímpetu, duramente forjado, de ser los líderes mundiales en el despliegue del 5G, como la llegada del gobierno federal a construir estas redes», sostuvo por su parte Jonathan Spalter, jefe ejecutivo de la compañía USTelecom.
Según la nota del Consejo de Seguridad Nacional (NSC) citada por los medios estadounidenses, el gobierno federal debería involucrarse directamente en la construcción de una red «segura».
El NSC está particularmente preocupado por las ambiciones de China, mucho más avanzada en la 5G, lo que representa una amenaza para la seguridad nacional según el Consejo.
Dos escenarios estarían planteados: financiar con dinero público la red o llevar a los operadores privados a crear una red única centralizada.
La tecnología 5G, que está empezando a probarse y requiere enormes inversiones, debe tomar el relevo del 4G para 2020. Es necesaria, por ejemplo, para el desarrollo de tecnologías como el automóvil autónomo.