La dificultad está en el ventajismo tramposo del gobierno. Refiriéndose al 07 de octubre, Antonio Ledezma señaló que aquella había sido una “victoria sospechosa”
A los derrotistas hay que aislarlos momentáneamente para que no contaminen, como se hace en las grandes epidemias para resguardar a la gente del contagio
Los resultados adversos del 07 de octubre han desatado una epidemia de pesimismo que debe contrarrestarse. ¿Qué se gana proyectando pesimismo electoral? Nada positivo; y procede recordar aquella famosa admonición: “El que no espera vencer, ya está vencido”.
No hay razones para ese pesimismo reconcentrado. Todos los actuales gobernadores de oposición han realizado excelente labor que contrasta con el fracaso patético de sus antecesores. El caso más protuberante es el de Miranda, donde Capriles Radonski aspira a la reelección. Quien lo precedió en la gobernación, realizó pésima gestión administrativa y política. No puede tener problemas para triunfar. Los candidatos chavistas han sido escogidos a dedo (“el candidato no es Lacava, es Ameliach y punto”) y otros son paracaidistas como en Anzoátegui, Aragua, Apure, Guárico.
La dificultad está en el ventajismo tramposo del gobierno. Refiriéndose al 07 de octubre, Antonio Ledezma señaló que aquella había sido una “victoria sospechosa”. Desde entonces, ha venido acumulándose evidencia de que Ledezma tiene razón. Estamos contemplando a los candidatos chavistas que se desplazan en camionetas de lujo, seguidos de una gandola cargada de electrodomésticos para comprar votos. Como ellos no van a prescindir de ese ventajismo descarado, lo que procede es denunciarlos permanentemente por todos los medios a nuestro alcance.
El 07 de octubre evidenció fallas en la movilización de los electores. Tales fallas no deben presentarse el 16 de diciembre. Son innumerables los venezolanos con vehículo que gustosamente colaborarían en el traslado de votantes hacia y desde los centros de votación. También habrá que perfeccionar los mecanismos de asistencia y protección a miembros de mesa y testigos de la oposición, para que no se sientan desamparados ni se dejen intimidar. Hace falta motivar a los electores para que hagan acto de presencia en el momento del cierre de las mesas de los escrutinios. Estas medidas de estímulo son particularmente necesarias en los barrios y en las poblaciones pequeñas y apartadas en el territorio nacional.
Finalmente se impone imprimirle a la campaña mayor dinamismo y emoción, como mecanismo efectivo para motivar a los electores indecisos y para infundirles ánimo a fin de que se dispongan a defender su voto, no dejándose intimidar.
“La Primavera Árabe” arrasó las autocracias vitalicias en Libia, Egipto, Túnez, Yemen. Tiene en serios aprietos al de Siria, quien tendrá que irse más pronto que tarde. Y el teócrata persa Ahmadineyad dejará la presidencia de Irán el próximo año, pues nos será reelecto. Venezuela, la patria de Bolívar, aparecerá ante el mundo “amorochada” con Zimbabue, Bielorrusia y Cuba. ¡Qué vergüenza!
Octavio Lepage