Al menos eso es lo que se comenta entre las comunidades de El Calvario, Copacabana Parte Alta, Las Acacias, y otros puntos a los que se supone deben servir con eficacia las líneas CEPA y Las Acacias, tal y como sus directivos “pregonan con golpes de pecho”, cuando asisten a las reuniones en la alcaldía, sobre todo cuando el tema tiene que ver con los aumentos de salario y como todos los gremialistas, juran y perjura que se respeta a los pasajeros, “en especial a la tercera edad y los estudiantes”.
Las denuncias de las últimas horas dan cuenta que ni una sola buseta se dignó en prestar el servicio de la permisada ruta CEPA-Los Naranjos, por lo que los vecinos en comunicación con La Voz coincidían en solicitar de manera pública a través del alcalde de Plaza, Luis Figueroa, que ordene a la Dirección de Transporte que defina quien manda, ordena y decide todo lo relacionado con el servicio de movilidad de usuarios, si es esa instancia pública, o son los choferes quienes imponen su autoridad a través de una especie de paro técnico que no ha sido solo este domingo, sino el que mantienen a diario al no querer cubrir la ruta, y si lo hacen aumentan de forma unilateral el pasaje de un mil a 1.500 bolívares, mientras los usuarios pasan horas esperando por una buseta, en especial en horas del mediodía y en las tardes.
El alcalde Figueroa tiene la palabra ante este ruego de miles de personas de las referidas comunidades, que a diario soportan el envalentonamiento de estas líneas de transportistas.
LV