El líder y candidato presidencial de la FARC, Rodrigo Londoño, lanzó este miércoles un SOS para salvar el proceso de paz con la otrora guerrilla comunista, ante los múltiples obstáculos que está enfrentando en su campaña electoral.
«Quiero sinceramente, no sé si suene muy duro, lanzar un SOS por el proceso de paz en su fase de la implementación del acuerdo de paz», afirmó Londoño, conocido también como Timochenko.
El exjefe guerrillero, que desde el 9 de febrero suspendió su actividad proselitista en plaza pública por «falta de garantías», dijo sentirse «traicionado en su buena fe» ante los incumplimientos de lo pactado con el gobierno.
«Estamos viendo cómo se unifican las pequeñas fuerzas, pero que son muy poderosas, que quieren dentro del Estado y por fuera del Estado hacer fracasar este histórico y hermoso proceso de paz que ha sido ejemplo en el mundo», sostuvo Londoño.
La FARC, el partido surgido del acuerdo de paz suscrito a finales de 2016, que terminó con un enfrentamiento de medio siglo, ha denunciado insistentemente obstáculos de todo tipo en la implementación del pacto.
Timochenko también reclamó por los nulos avances en las investigación de las denuncias que ha hecho la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), en medio de la contienda para las legislativas del 11 de marzo y las presidenciales de mayo.
Según esa organización, existe un complot «pagado» para sabotear a sus candidatos, e incluso agredirlos con piedras y huevos, durante las protestas que se han desatado en algunos puntos del país.
Además, la FARC está enfrentando un «bloqueo financiero» que le impide desarrollar su actividad electoral, debido a que el Estado no le desembolsa aún los recursos necesarios cuando restan 11 días para la primera prueba electoral, añadió Timochenko.
Pese a ello, despejó cualquier rumor sobre la posible renuncia a la candidatura presidencial, que según encuestas apenas cuenta con el 1% de apoyo.
El pacto que condujo al desarme y transformación en partido de la que fuera la mayor guerrilla de América, le asegura a la FARC 10 de las 268 curules del Congreso por ocho años, aunque aun así le obliga a hacer campaña.
Si bien suspendió sus actividades de plaza pública, la FARC mantiene reuniones en espacios pequeños y recorridos en zonas rurales.
AFP