Mientras los conductores de la capital amenazan con subir la tarifa mínima a Bs.4.000 en breve y las rutas suburbanas de toda la región amanecieron este jueves con aumentos de 100 %, los conductores que cubren las rutas interurbanas en los municipios Plaza y Zamora no se quedaron atrás y ajustaron la tarifa entre Bs.2.500 y Bs.3.000. En las rutas internas del municipio Plaza, los conductores comenzaron a aumentar paulatinamente; ayer unos cobraban Bs.1.500 y otros Bs.2.000.
Como es del conocimiento público, tras el aumento de las tarifas urbanas en el municipio Zamora desde el lunes pasado a Bs.2.000, las tarifas interurbanas quedaron «desactualizadas», por lo cual los conductores de esas rutas comenzaron a presionar para aumentar.
Ya este jueves, la línea La Comunidad, que cubre la ruta Urbanización La Rosa (Guatire) y Guarenas, incrementó el pasaje a Bs.3.000, mientras que los conductores de las líneas que cubren la ruta Guatire-Guarenas no quieren bajar de Bs.2.500.
Pulverizados ingresos
Daniel Acuña vive con su hijo de 10 años en Puerta Caracas (La Pastora) y trabaja como vigilante, de lunes a viernes, en un centro comercial ubicado en La Trinidad, municipio Baruta. A pesar de que gana salario mínimo más uno que otro bono, no le alcanza para subsistir.
Acuña, como millones de venezolanos, está afectado por la crisis económica que atraviesa el país.
Obligatoriamente, tiene que disponer de grandes cantidades de billete en efectivo para cancelar los pasajes y poder movilizarse entre su hogar y su centro de trabajo: debe bajar hasta la avenida Lecuna (Bs. 2.000) y allí tomar el transporte para dirigirse a Baruta (4.000). A estas tarifas se le suman Bs. 3.000 del pasaje estudiantil de su hijo, que también estudia en Baruta. Acuña gasta diariamente, en promedio, 18.000 mil bolívares, equivalentes a Bs. 90.000 semanales y Bs. 360.000 mensuales, lo mismo que cuesta un kilo de queso duro en el centro de Caracas.