Medio siglo de aportes a las culturas de de la Patria

Quizás los conflictos de la sociedad a mediados del siglo XX en el país y las tensiones propias de cambios de modelos culturales  entre los llamados “pueblos petroleros” y “campos petroleros” (Mesa de Guanipa, estado Anzoátegui),  pudieron estimular en Benito Irady parte de ese  giro indetenible a lo largo de toda su vida hacia la comprensión de los más puros valores de identidad entre múltiples conglomerados humanos  de Venezuela. Nació en El Tigre el 21 de marzo el año 1951. Sus observaciones y propuestas sobre las distintas formas en que se expresan las culturas populares tradicionales, su manera de concebirlas a través de una obra creativa y los signos evidentes de la calidad de su trabajo de gestión al momento de difundirlas y de estimular su conocimiento, partiendo de criterios respetuosos hacia la comunidad, demuestran en el tiempo de sus permanentes luchas, los sólidos compromisos que deben caracterizar a un verdadero defensor de la sabiduría de los pueblos y a sus vínculos con el territorio.

Entre cinco décadas de estudios y constantes  prácticas de gestión de las culturas populares  (como periodista, escritor, investigador, editor, documentalista, orador y promotor de respetada trayectoria),  Benito Irady al lado de las comunidades ha materializado evidentes avances que hoy tienen sus signos más elevados en todos los logros de proyección universal de distintas expresiones de nuestros saberes ancestrales, incluidos de manera reciente y por seis años consecutivos por la UNESCO en las listas representativas del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Desde la Red del Patrimonio y Diversidad Cultural del estado Bolivariano de Miranda, desde ya exploramos la propuesta de solicitar para Benito Irady un gesto de reconocimiento y valoración. Y es que la encomienda y voluntad de nuestro Gobierno Bolivariano de ingresar en la lista del Patrimonio Cultural inmaterial de la humanidad a Los Diablos Danzantes de Corpus Christi de Venezuela, La Parranda de San Pedro de Guarenas y Guatire, La tradición Oral Mapoyo y sus referentes simbólicos en el territorio ancestral, Los conocimientos y tecnologías tradicionales para el cultivo y procesamiento de la curagua, la Identidad y Memoria del Carnaval de El Callao y mas reciente a los Cantos de trabajo del llano Colombo-Venezolano, son misión cumplida. Esto sin descuidar la permanente relación en la gestión traducida en ese contacto permanente con las culturas de raíz tradicional de nuestra Patria en doce foros anuales y permanentes con el soporte institucional de la Fundación Centro de la Diversidad Cultural, que actualmente preside (organismo adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura) . Esto hace que la Labor de Benito ejemplifique “la dimensión significativa del resguardo, proyección y promoción de la identidad individual y colectiva de los elementos populares y de tradición de la cultura venezolana”. Esta página queda corta y seguir reseñando su incansable hacer, su obra entre las últimas cinco décadas, destacando su travesía por las culturas populares a las que ha dedicado mayoritariamente su vida y por la que ha recibido numerosos homenajes y condecoraciones en todas las regiones de Venezuela. Quien se suma?

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