Viajar en bus en Estados Unidos puede terminar siendo una «trampa» para indocumentados, según una ONG que denunció este lunes redadas migratorias en unidades del operador interestatal Greyhound.
La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) indicó en un comunicado que los buses Greyhound -que llegan a más de 3.800 destinos en Norteamérica y opera en México- se han convertido en «trampas rodantes».
Según ACLU, «con el permiso de Greyhound», «agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos [CBP] abordan [unidades] para ilegalmente interrogar y arrestar pasajeros».
Los agentes interpelan a los pasajeros sobre su nacionalidad y planes de viaje, precisó la ONG.
«Estas redadas sin orden judicial, que tuvieron un rápido aumento el año pasado, no solo son una flagrante violación de los derechos constitucionales de los pasajeros sino que también están claramente motivadas por los perfiles raciales», zanjó.
La ACLU mencionó el caso de un residente de Los Ángeles detenido en Indio -a tres horas- sin ninguna razón más allá que sus «zapatos parecían ‘sospechosos’, como los de alguien que recién había cruzado la frontera» -y perdió su bus-, o el de un estadounidense latino al que le pidieron dos pruebas de identificación.
También citó otro en Vermont (noreste de EEUU), donde los oficiales «solo chequearon la identificación de aquellos con acento [en inglés] o no blancos».
Un portavoz de la CBP dijo a la AFP que «por décadas, oficiales fronterizos han realizado operaciones coercitivas fuera del área de frontera inmediata (…) para evitar que el tráfico, el contrabando y otras organizaciones delictivas usen nuestra infraestructura de transporte público y privado para viajar por Estados Unidos».
«Los agentes tienen amplia autoridad policial y no están limitados a un área geográfica específica de Estados Unidos», continuó. «Tienen la autoridad de interrogar a personas, realizar arrestos y recuperar evidencia» y «sin una orden judicial (…) pueden abordar y buscar indocumentados en buques (…), trenes, aviones, transportes o vehículos».
«Obligados a cumplir con la ley»
Según la ACLU, Greyhound podría negarle permiso a la CBP de interrogar a sus pasajeros.
Pero la compañía de transporte, propiedad de la británica First Group, dijo a la AFP que está «obligada a cumplir con la ley». «Somos conscientes de que estos controles rutinarios de vehículos de transporte no solo afectan nuestras operaciones, sino también la experiencia de viaje de nuestros clientes».
«Continuaremos haciendo todo lo legalmente posible para minimizar cualquier experiencia negativa. Greyhound ha abierto un diálogo con la patrulla fronteriza para ver si se puede hacer algo para equilibrar la aplicación de la ley federal con la dignidad y la privacidad de nuestros valiosos clientes».
Greyhound confirmó además haber recibido una carta de la ACLU, que «planea responder».
El viernes, voluntarios de ACLU distribuirán a los pasajeros en varias estaciones de Greyhound folletos sobre derechos de los inmigrantes.
Desde que Donald Trump asumió la presidencia -con un discurso anti-inmigrantes, comparándolos con «serpientes traicioneras»- dio más poder a la agencia migratoria y tramita en el Congreso los fondos para construir un muro en el límite con México.
En septiembre de 2017, empleados de Motel 6, una de las mayores cadenas del país, entregaron a las autoridades federales información sobre sus huéspedes indocumentados, lo que se tradujo en al menos 20 arrestos, según la prensa local. La directiva del hotel prohibió después esta práctica.
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