AUSTIN, EE. UU. El presunto autor de una serie de atentados con bombas en Texas se inmoló el miércoles cuando la policía iba a arrestarlo, poniendo fin a semanas de tensión en este estado del sur de Estados Unidos.
La policía rodeó a Mark Conditt frente a un hotel en las afueras de Austin, la capital de Texas, que estaba en vilo por los ataques que dejaron dos muertos y varios heridos desde el 2 de marzo.
El sospechoso, un hombre blanco de 24 años, detonó un dispositivo en su automóvil y luego murió, dijo el jefe de policía de Austin, Brian Manley, en una conferencia de prensa tras el dramático final de la masiva persecución.
La policía cerró el cerco sobre el sospechoso, supuesto responsable de cinco explosiones, las últimas ocurridas de 24 a 36 horas antes, gracias a grabaciones de video y testimonios, dijo Manley.
«EL SOSPECHOSO DE LAS BOMBAS EN AUSTIN ESTÁ MUERTO. ¡Gran trabajo por parte de las fuerzas del orden público y todos los concernidos!», celebró en Twitter el presidente Donald Trump.
Sin embargo, aún se desconoce el motivo de las explosiones. Tampoco se sabe si Conditt tenía cómplices o si dejó colocadas otras bombas. Las autoridades pidieron a los residentes seguir atentos a cualquier paquete o situación sospechosa.
«La investigación continúa», dijo el alcalde de Austin, Steve Adler.
El Departamento de Justicia dijo haber presentado el martes por la noche una orden de arresto federal y una denuncia penal acusando a Conditt de posesión ilegal y transferencia de un dispositivo destructivo. Los documentos permanecían sellados mientras proseguían las pesquisas.
AFP