La primera ministra británica, Theresa May, dijo este sábado que no había «alternativa» al uso de la fuerza en Siria, al anunciar que el Reino Unido se unió a Francia y Estados Unidos en una operación contra el régimen de Bashar al Asad.
«Esta noche he autorizado a las fuerzas armadas británicas a llevar a cabo bombardeos coordinados y dirigidos para degradar las capacidades de armas químicas del régimen e impedir su uso», dijo en un comunicado.
Estados Unidos, Francia y Reino Unido anunciaron una operación conjunta contra el gobierno sirio, una semana después de un presunto ataque con armas químicas cerca de la capital, Damasco.
Los dirigentes de esos tres países anunciaron que los bombardeos tienen por objetivo posiciones vinculadas con las armas químicas del gobierno sirio.
«No había una alternativa practicable al uso de la fuerza para disminuir e impedir la utilización de armas químicas por parte del régimen sirio», dijo la primera ministra.
«No se trata de intervenir en una guerra civil. No se trata de un cambio de régimen», dijo May. «Se trata de ataques limitados y selectivos que no suponen una escalada de las tensiones en la región y se hace todo lo posible para prevenir las muertes de civiles».
Para la jefa del gobierno británico, estos ataques «enviarán una señal clara a cualquier otro que crea que puede usar armas químicas con impunidad».
«Esta es la primera vez que como primera ministra he tenido que tomar la decisión de llevar a nuestras fuerzas armadas al combate y no es una decisión que haya tomado a la ligera», indicó.
«Lo he hecho porque creo que esta acción está orientada por los intereses nacionales británicos», dijo.
AFP