Brasil, Argentina, Colombia, Chile, Perú y Paraguay suspenderán sus actividades en el bloque Unasur hasta que se nombre un nuevo secretario general, cargo actualmente bloqueado por Venezuela, dijeron este viernes a la AFP fuentes diplomáticas en Brasilia, Lima y Bogotá.
La decisión fue cursada en una carta el jueves pasado a Bolivia, que desde este mes ejerce la presidencia rotativa de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), y reduce en la práctica al bloque de 12 miembros a la mitad, además de retirar de la mesa de negociaciones a las mayores economías de la región.
«Venezuela inviabiliza el funcionamiento de Unasur. Estos seis países no vamos a participar más de las instancias de Unasur hasta que se resuelva el problema de la Secretaría General. Y si no se resuelve, vamos a tener que pensar en otra alternativa», señaló un diplomático brasileño, que pidió no ser identificado.
La resolución sería formalizada en breve, una vez que los cancilleres coordinen los detalles del anuncio.
«Este grupo de países ha propuesto que haya de inmediato una reunión para reactivar la organización y reencauzarla a sus objetivos originales: la integración e infraestructura regional», dijo, por su parte, a la AFP el viceministro peruano de Relaciones Exteriores, Hugo de Zela.
El diplomático aclaró que «el grupo no ha propuesto salir de Unasur».
Todas las naciones que firmaron la carta mantendrán sus aportes financieros, confirmó la fuente en Brasilia.
En la misma línea, la cancillería colombiana ratificó que cesará sus actividades en el grupo «hasta tanto no se den resultados concretos que garanticen el funcionamiento adecuado de la organización».
Unasur, con sede en Quito y creada bajo el impulso del fallecido expresidente venezolano Hugo Chávez está sumida en la inacción desde hace más de un año por desacuerdos en la designación de un jefe político.
Según fuentes brasileñas, Caracas veta la postulación del argentino José Octavio Bordón -actual embajador en Chile- con el apoyo de Bolivia y Surinam.
Reunión en mayo
El canciller boliviano, Fernando Huanacuni Mamani, cuyo país ostenta la presidencia temporal del organismo, dijo no tener «información oficial» sobre una eventual salida de países y aseguró que convocará para mayo una cumbre de cancilleres «para resolver el nombramiento del secretario general».
De visita en Quito, el jefe de la diplomacia boliviana dijo que se debe «fortalecer la institucionalidad de Unasur, y para ello (…) es importante realizar un acuerdo para designar un nuevo secretario general».
«Unasur es una realidad histórica y geográfica, no va a desaparecer», agregó.
La decisión de las seis naciones refleja las divisiones ideológicas dentro del grupo, donde conviven gobiernos de centro y de derecha, que lo consideran una herramienta de integración complementaria a otras, con otros de izquierda, que lo ven también como un contrapeso a la influencia estadounidense en grandes organismos multilaterales.
La polarización se agudizó con la crisis que aisló al gobierno del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y que derivó en la suspensión de ese país del bloque económico Mercosur en agosto del 2017 por considerar que impulsó una ruptura del orden constitucional.
Recientemente, 14 países nucleados en el Grupo de Lima anunciaron que no reconocerán las elecciones presidenciales del próximo 20 de mayo en la potencia petrolera.