La evasión del acusado ocurrió el pasado viernes en horas de la mañana cuando los uniformados “tocaron a la puerta de la casa 5-68 de la urbanización El Halcón” en El Hatillo y nadie atendió
Manuel Enrique Urdaneta Pino, hijo del teniente coronel retirado del Ejército, Jesús Urdaneta Hernández, escapó de la vivienda en la que fue confinado tras haber sido detenido por el cargo de homicidio, en el caso del taxista César Ibarra, hecho ocurrido en el municipio El Hatillo de la Gran Caracas.
La fuga del acusado ocurrió el pasado viernes en horas de la mañana cuando los uniformados “tocaron a la puerta de la casa 5-68 de la urbanización El Halcón” y nadie atendió, por lo que llamaron a la mamá de Urdaneta Pino, quien aseguró que este debía estar en el baño, pero en realidad se había evadido, según confirmó el periodista Javier Mayorca en su columna Crímenes Sin Castigo.
El articulista explicó que Urdaneta Pino “había sido detenido bajo cargos de homicidio calificado por motivos fútiles”, tras la prueba de análisis de trazas de disparo (ATD) que le realizaron al homicida y que dio positivo.
Agregó que el arma con que le dieron muerte a Ibarra no ha sido recuperada, pero que sí hallaron “dos cajas de cartuchos 9 mm” guardadas en la vivienda de la que ahora huyó.
Esta conclusión se produjo gracias a las cámaras de seguridad del Farmatodo de La Lagunita, que captaron a Urdaneta Pino junto a la víctima. Otras grabaciones realizadas en el trayecto del taxista también permitieron establecer la vinculación entre ambos el día del homicidio.
El crimen ocurrió el 26 de febrero en la calle El Manguito del barrio La Unión, lugar en el que Ibarra fue asesinado con disparo en la nuca.
Mayorca recordó en su escrito que “Urdaneta Pino fue aprehendido en marzo por una comisión mixta de Cicpc y la Policía de El Hatillo. Su papá, oficial retirado y uno de los líderes del golpe del 4 de febrero de 1992, intentó mediar con los agentes. Pero al presentársele la orden de captura tuvo que entregarlo”.
La medida de casa por cárcel fue otorgada el 20 de abril por la juez octava de control Diana Marcano Lira, quien concedió este amparo con “el argumento de que este abogado de 30 años de edad padecía problemas de hipertensión”.