El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, respaldado por los militares, se alista para responder con puño de hierro a al intento de asesinato del que asegura fue víctima, haciendo temer una ola represiva contra sus adversarios.
«Permanecemos incólumes y aferrados a las convicciones que nos caracterizan, apoyando de manera incondicional y con irrestricta lealtad a nuestro comandante en jefe», expresó este domingo el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, junto al alto mando militar.
En una declaración a la prensa, el general refrendó la denuncia de Maduro de que fue blanco el sábado de un ataque con drones cargados de explosivos, del que salió ileso.
Con gran poder político y económico, la Fuerza Armada es considerada el principal sostén de Maduro, confrontado a un enorme rechazo popular por la debacle económica.
El ministro de Interior, Néstor Reverol, confirmó este domingo que hay seis detenidos por los hechos ocurridos cuando Maduro pronunciaba una discurso durante una parada militar en una concurrida avenida de Caracas.
También reiteró que siete militares resultaron heridos.
Tras el incidente, Maduro prometió ir contra todos los responsables, «caiga quien caiga».
«¡Justicia!, ¡máximo castigo! No va a haber perdón, los que se han atrevido a ir hasta el atentado personal que se olviden de perdón, los perseguiremos y los capturaremos a donde se vayan a esconder ¡Lo juro!», advirtió la noche del sábado en una alocución al país.
«Señalamientos absurdos»
Maduro responsabilizó del ataque a la «ultraderecha», como se refiere a la oposición, y al presidente colombiano, Juan Manuel Santos.
El mandatario evocó una entrevista de Santos el pasado lunes con la AFP, en la que dijo que veía «cerca» su caída.
«No tengo duda que el nombre de Juan Manuel Santos está tras este atentado», sostuvo.
Santos entregará el poder el próximo martes al derechista Iván Duque, quien tacha a Maduro de «dictador» y ha prometido trabajar por una «transición política» en Venezuela.
«Resultan absurdos y carecen de todo fundamento los señalamientos» contra Santos, indicó la cancillería colombiana en un comunicado.
Maduro aseguró que los «financistas» del plan están en Estados Unidos. «Puedo afirmar categóricamente que no hubo absolutamente ninguna participación del gobierno estadounidense en lo sucedido allí», afirmó este domingo el consejero de Seguridad Nacional de Donald Trump John Bolton.
El mandatario venezolano instó a los militares a estar en «máxima alerta» y a redoblar la inteligencia en la frontera con Colombia.
Los gobiernos de Cuba, Bolivia, Siria, Irán, Turquía y Rusia -aliados del gobierno socialista- condenaron el incidente. Mientras, España rechazó «cualquier tipo de violencia con fines políticos».
Explosión frente a Maduro
Un supuesto grupo rebelde, Movimiento Nacional Soldados de Franelas, se atribuyó el ataque, según un comunicado difundido por una periodista venezolana opositora radicada en Estados Unidos.
El grupo aseguró estar integrado por militares y civiles.
Según el gobierno, los drones detonaron frente a la tribuna presidencial y otros lugares de la Avenida Bolívar.
Un video difundido por el gobierno muestra el momento en que suena una explosión y la seguridad de Maduro, quien pronunciaba un discurso, lo cubre con escudos antibalas.
A diferencia del presidente, quien elevó la mirada y se mantuvo erguido, varios militares a su lado se agachan, tras lo cual el mandatario es evacuado. Su esposa, Cilia Flores, y varios altos funcionarios estaban en la tarima.
«Mi primera reacción fue de observación, de serenidad, porque tengo confianza plena en el pueblo y en la Fuerza Armada», relató Maduro.
El fiscal general, Tarek William Saab, de línea oficialista, dijo que este lunes revelará las identidades de los detenidos. «Habrá una sanción implacable», advirtió Saab, testigo del incidente.
El fiscal sostuvo que uno de los drones grababa el acto. «Pude observar cómo el dron que filmaba los hechos explotó», dijo a CNN.
Luego de ello, se vio a decenas de militares romper filas y correr desordenadamente.
La transmisión del acto en cadena de radio y televisión fue cortada. Fotografías muestran a un militar con la cabeza ensangrentada.
Un apartamento en un edificio cercano sufrió un incendio. Un policía dijo a la AFP bajo anonimato que desde allí habrían salido los drones y que uno estalló; pero otras versiones señalan que en realidad explotó accidentalmente una bombona de gas.
¿Represión?
La advertencia de Maduro generó temores por una ofensiva contra opositores, en un país donde se denuncia que hay unos 248 «presos políticos».
El manejo que el gobierno le ha dado al caso es un «intento de criminalizar a quienes legítima y democráticamente se le oponen, profundizar la represión y la violación sistemática al Estado de Derecho», denunció el opositor Frente Amplio.
Maduro se mostró desafiante, advirtiendo que ahora está «más decidido que nunca a seguir el camino de la revolución».
Exconductor de autobús de 55 años, llegó al poder en 2013 tras la muerte de Hugo Chávez, quien gobernaba desde 1999.
Pese a la debacle económica, fue reelegido el 20 de mayo en unos controvertidos comicios que la oposición boicoteó por considerarlos ilegítimos.
Su reelección es desconocida por gran parte de la comunidad internacional.