El «inusual» incremento del flujo migratorio de venezolanos a Ecuador, que en los últimos días aumentó a 4.200 personas por día, llevó a Ecuador a declarar un estado de emergencia migratoria en provincias limítrofes con Perú y Colombia para atender a esos extranjeros.
El gobierno ecuatoriano impuso el «estado de emergencia al sector de Movilidad Humana» para prestar con ayuda de entidades de la ONU una «urgente atención a los flujos migratorios inusuales de venezolanos» por la frontera con Colombia (norte), señaló el miércoles la cancillería en un comunicado.
Agregó que la emergencia, declarada ante la llegada a diario de hasta 4.200 venezolanos, rige para las provincias de Carchi (norte y fronteriza con Colombia), Pichincha (centro andino, cuya capital es Quito) y El Oro (suroeste, limítrofe con Perú).
«El objetivo es establecer un plan de contingencia y las acciones y mecanismos necesarios para la atención humanitaria» de los migrantes venezolanos, indicó la cartera.
El ministro ecuatoriano de Relaciones Exteriores, José Valencia, dijo por Twitter que «como ente rector de la política de movilidad humana hemos decidido declarar la emergencia en las tres provincias a fin de garantizar la protección de derechos a través de una respuesta concertada de parte de todo el estado».
Carpas con plásticos
Debido a la aguda crisis económica, política y social que golpea a Venezuela, miles de personas han abandonado ese país, desatándose una oleada migratoria hacia varias naciones de la región como Ecuador, donde unos se quedan y otros realizan escala en su camino hacia más el sur.
En junio, Ecuador anunció que con ayuda internacional habilitó albergues temporales para migrantes venezolanos.
Empero, decenas de ellos acampan desde hace varios días bajo improvisadas carpas levantadas con plásticos en las afueras de una terminal de autobuses interprovinciales del norte de Quito, donde piden ayuda para poder comprar pasajes con la intención de seguir su camino rumbo a Perú.
Entretanto, cientos de venezolanos se aglomeraban en el fronterizo puente internacional de Rumichaca (en Carchi) para pasar los filtros de migración para entrar a Ecuador, según imágenes retransmitidas por canales nacionales de televisión.
El viceministro de Movilidad Humana, Santiago Chávez, manifestó en el mismo comunicado de cancillería que el mecanismo «se activa por primera vez para dar una respuesta eficaz y contundente en beneficio de la preservación de las personas que están ingresando a territorio ecuatoriano».
Con la declaratoria, que estará en vigencia durante agosto con la posibilidad de ser renovada, Ecuador incrementará el control migratorio y de seguridad, fortalecerá la atención médica y brindará ayuda sicológica a grupos vulnerables, alimentos y carpas.
El sábado, Quito anunció que facilitará el ingreso y salida de su territorio de indocumentados menores de edad ante el «flujo inusual» de venezolanos, que llegan acompañados de niños.
El gobierno ecuatoriano tomó esa decisión frente a la reciente llegada a Rumichaca de unos 200 niños venezolanos que viajaban con sus familias, pero no contaban con documentos.
Ecuador, que exige cédula de identidad o pasaporte como requisito migratorio, registra el ingreso de 453.000 personas de esa nacionalidad y la salida de 382.628 entre enero y julio pasados.
El número de venezolanos que llegó a este país se ha ido incrementando de manera progresiva desde 2013, y en 2017 ascendió a 288.000, según la subsecretaría (viceministerio) de Migración.
La Constitución ecuatoriana reconoce a las personas el derecho a migrar. «No se identificará ni se considerará a ningún ser humano como ilegal por su condición migratoria», señala.