El exmilitar venezolano Helegner Tijera Moreno, preso desde hace casi 24 meses en EE.UU., confía en que la segunda apelación que presentó contra la denegación de asilo político le sea favorable, porque volver a Venezuela deportado sería un «gran riesgo» para un desertor como él, según dijo hoy a Efe.
En una conversación telefónica desde un centro de detención en Otero (Nuevo México), Tijera Moreno subrayó que todavía no ha perdido la esperanza de recibir noticias positivas de un tribunal de apelación de Denver (Colorado).
También confía en que organismos de derechos humanos y legisladores estadounidenses comprometidos en la lucha contra la «dictadura» venezolana se ocupen de su caso.
Tijera Moreno desertó de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y, tras pasar por Ecuador e Italia, llegó al puesto fronterizo de El Paso (Texas) el 4 de septiembre del 2016 y solicitó asilo político.
Desde entonces ha estado preso a la espera de que se resuelva definitivamente su solicitud de asilo, que le fue denegada en primera instancia el 31 de mayo de 2017.
También en la primera apelación la respuesta al asilo fue «no», a pesar de que el Gobierno de Estados Unidos considera que Venezuela está bajo una «dictadura» y ha sancionado a funcionarios del Gobierno de Nicolas Maduro.
Cuando se le pregunta a Tijera Moreno si tiene miedo de regresar a Venezuela responde: «claro, todo el mundo sabe de la situación por la que está atravesando Venezuela«.
Los desertores de la FANB, como él y como otro exmilitar venezolano preso en Orlando (Florida) a la espera de que se resuelva su solicitud de asilo y con el que suele hablar por teléfono, corren «un gran riesgo si son deportados», dijo.
Para hoy estaba previsto que Tijera Moreno, que llegó al grado de primer teniente en la FANB, compareciera en una audiencia de deportación, pero finalmente no tuvo lugar.
Según contó a Efe, los guardianes del centro de detención para inmigrantes en Otero le dijeron que va a pasar «a estar a la orden de otro departamento».
Los documentos que le entregaron están en inglés y él no puede leerlos, pero confía en que se los traduzca pronto una integrante de la organización Freedom for Immigrant, que le visita regularmente.
Tijera Moreno, de 39 años, es padre de un adolescente que vive en Venezuela, al igual que sus padres. Una hermana vive en Perú y un hermano en México.
Según documentos judiciales citados por el diario El Nuevo Herald en una información sobre su caso, Tijera Moreno fue amenazado con prisión en Venezuela después de que el Gobierno lo acusó de «militancia política».
La deportación de venezolanos desde EE.UU. aumentó un 36 % por ciento entre 2016 y 2017 y a falta de dos meses para que concluya el año fiscal 2018, Washington ya ha deportado a 258 personas de esa nacionalidad, según cifras del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) citadas por la prensa de Miami.
Se calcula que más de 2 millones de venezolanos han dejado su país para escapar de la crisis económica y social.
Según el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU. (USCIS), más de 27.600 venezolanos solicitaron asilo en el año fiscal 2017, un aumento de casi 400 % en comparación con los últimos dos años.EFE