“Guardias nacionales deben salir de todos los penales”
Así lo reseñó el director del Observatorio Venezolano de Prisiones, Humberto Prado, al referirse sobre la situación que se ha presentado durante el primer semestre de este año, en diversos centros penitenciarios del país, en los cuales aseguró que “el hacinamiento no se refiere sólo a personas, sino también a problemas”
“Actualmente hay una población 45 mil internos, cuando su capacidad es de tan sólo 14 mil reclusos. Es decir, existe un hacinamiento del 210%, lo que trae como consecuencia la deficiencia de personal, pues el estándar dice que por cada 10 internos debería existir un guardián, pero nuestra realidad es que de cada 100 reos, existe una persona de seguridad. Y este es sólo el inicio de la cadena de acontecimientos que ha llevado a las cárceles a tan crítica circunstancias”.
Así lo indicó Humberto Prado, director del Observatorio Venezolano de Prisiones, a fin de explicar cuáles son las causas del estado actual de los centros penitenciarios venezolanos, y donde el porte ilegal e incluso irracional de armas de alto calibre, es apenas una de las consecuencias de una serie de factores que conlleva a dicha situación.
Según el especialista, existen tres principales razones que por las que “debido al abandono del Estado hacia las cárceles”, se han desarrollado una seria de problemas fundamentales, por la los reos y sus institutos de privación de libertad, se han convertido en entes autónomos con liderazgos internos.
“El conflicto existente, es como un niño que nació, creció y se desarrolló a narices del gobierno, el cual no se dio cuenta de lo sucedido hasta que explotó. Y esto es bebido tres factores primordiales, que son el hacinamiento, la falta del personal capacitado y finalmente la falla en la actuación correcta de los organismos competentes”, puntualizó el experto.
Entidades incompetentes
Prado señaló que fueron los hechos ocurridos a mediados del 2011, durante los sucesos registrados en el Rodeo 1 y 2 cuando el Estado, luego de 12 años de mandato, decidió crear el Ministerio de Asuntos Penitenciarios para intentar resolver el problema “que ya había llegado a un nivel demasiado alto”, pues anteriormente sólo existían departamentos de administración dependiente, destinados a las correccionales.
“Desde 1999 hasta el 2011, hubo 11 ministros de Interior y Justicia y 17 presidentes carcelarios, que al parecer tenían una especie de ceguera selectiva, pues fueron grandes cantidades de hechos los que pasaron en su presencia, sin que obtuvieran ningún tipo de represiones. Situación que culminó tras aquellos terribles acontecimientos en el Rodeo, donde muchas personas fallecieron, y eso fue como una especie de sacudida para que pudiesen reaccionar y crear el ministerio”, recordó.
Cárceles sangrientas
No obstante, desde que fue creado esta entidad, han continuado ocurriendo estas situaciones irregulares en las que se han manifestado numerosos asesinatos, heridos, secuestrados e incluso inestabilidad a algunas comunidades. Todos dentro del primer semestre del 2012, tales como los hechos de la Planta, el Reten de Mérida y Yare 1.
Aunado a esto, el experto destacó que en los mismo seis meses, han sido ultimados cuatro autoridades relacionadas con cárceles de diferentes estados del país, tales como la directora de la Cárcel de Mérida, la directora del Reten de Táchira, el director de servicios penitenciarios del Internado Judicial de Barinas, y finalmente el director del Penal de San Cristóbal, todos víctimas del sicariato.
Posibles soluciones
Prado consideró, que a pesar de las malas políticas que se han venido aplicando a través de los años, puede existir un proceso de cambio progresivo, si el Estado pone mayor énfasis a atacar el problema y no esperar a que se desate la emergencia.
“El sistema penitenciario se compone de tres elementos que son la población, estructura y personal; es por ahí donde se debe atacar el problema. Es decir, se debe aumentar los trabajadores penitenciarios, adaptar la arquitectura según el número de reclusos, ordenando y clasificando a los reos según el tipo de delito, edad, peligrosidad y otros factores fundamentales (…) Y esto se puede logar con el apoyo personas aptas para ejercer estas funciones”, señaló.
Finalmente, indicó que es elemental retirar los funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana, los cuales puntualizó, son un factor prioritario del problema; siendo sustituidos por personas capacitadas y con vocación, cuyo salario sea el justo y necesario “para no caer en las tentaciones de la corrupción”, concluyó.
Civilizar a las cárceles
Humberto Prado, director del Observatorio Venezolano de Prisiones, afirmó que es posible civilizar a los centros penitenciarios y a sus reclusos, siempre que sus condiciones de vida mejoren; responsabilidad que está a cargo del Gobierno Nacional, pues ratificó, que esta en sus manos hacer de las correccionales centros de rehabilitación.
“Cuando se habla de los presos, hay que preguntarse por qué son cómo son, la respuesta es porque son un reflejo del lugar donde habitan. Ya que el Estado en vez de darle herramientas para su reinserción, lo que hace es darle alimento para convertirse en personas sin valores y sin esperanza. Esto es consecuencia al maltrato al que son sometido ellos y sus familiares, el retraso procesal, la falta de oportunidades laborales, entre muchas otras cosas”, manifestó el especialista.
Penales inspiradores
En el mundo, existen varios centros penitenciarios con métodos de trabajos que podrían ser una inspiración para la evolución y cambio de los cárceles venezolanos. El director del Observatorio Venezolano de Prisiones, Humberto Prado, indicó varios países que han evolucionado en el área, gracias a su novedosos sistemas presidiarios.
Tal es el caso de Colombia, con su plan “Cero circulación de dinero”, mediante el cual los reos no tienen acceso al dinero físico, sin embargo, poseen una liberta con la que pueden realizar transacciones monetarias en los negocios dentro del penal. O Canadá y Noruega que posee una formación de personal rigurosa y severamente selectiva, donde además el proceso de escogencia es realizado por las universidades y la sociedad en general.
Anabel Barrios Díaz
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