Stefhanie Acosta.
Entregan el Premio Reina Sofia al poeta venezolano Rafael Cadenas, el galardón más importante que ha recibido un escritor venezolano.
En su XXVII aniversario, el Premio Reina Sofía de 42.000 euros, fue entregado al poeta venezolano Rafael Cadenas, en la sala del Palacio Real, donde se presentó una antología de sus versos editada por la Universidad de Salamanca y Patrimonio Nacional.
«Considero que los nacionalismos son despreciables; traen consigo odio, guerras y catástrofe. Ojalá optemos por la amistad entre países”, así terminó Cadenas su discurso.
«Es muy importante la amistad entre España y Venezuela. Han desaparecido muchos periódicos, casi no hay espacio para la oposición…» Además agregó que «La Universidad de Venezuela tiene casi 300 años y está en el suelo por la situación que vivimos», detalla.
Uno de los poetas mas emblemáticos de la lengua española, en su discurso se refirió a su vida en Caracas, Venezuela «Un profesor con su sueldo no puede vivir, tiene que trabajar fuera. Yo fui profesor en segundo lugar y cobro cuatro dólares. Lo completo con el [retiro] de la vejez, el premio nacional… Reuniendo todo no nos alcanza para lo que necesitamos».
Exhortó que hay que defender la democracia, y no hay que descuidarse con el totalitarismo porque ha sobrevivido
EN medio de sus palabras recordó que aún le persigue un poema, desde que lo escribió cuando tenía 32 años (ahora 88). Pasó una época de depresión donde surgió Derrota. Texto por el cual recibe reconocimiento aunque ya no se sienta completamente identificado con él.
«Yo que no he tenido nunca un oficio/ que ante todo competidor me he sentido débil/ que perdí los mejores títulos para la vida/ que apenas llego a un sitio ya quiero irme (creyendo que mudarme es una solución)…».
«No es que me sienta triunfante sino que difiero, además menciono las guerrillas favorablemente y es un gran error recurrir a ese medio. Y tampoco lo escribí como un poema, sino uniendo frases que iban en la misma dirección». En la antología no aparece el poema, pero sí Fracaso, que Cadenas lo considera el contrapunto a Derrota, y donde se incluye este verso: «Me has hecho humilde, silencioso y rebelde».
«Si hay alguien que dice que es humilde, no lo es; es como darse un título. ¿Callado? Sí, un poco. ¿Rebelde? Más que rebelde trato de ser consciente».
Los dos primeros libros de Cadenas, Los cuadernos del destierro (1960) y Una isla(1958), reflejaron y no sólo su estancia en la cárcel (tres meses) y su exilio (cuatro años) en la isla de Trinidad. «Eran versos un tanto exhuberantes. Luego la poesía cambió, se acercó a la prosa, al habla. Y eso ha seguido hasta ahora». Osea, de libros como Memorial (1977), Amante (1983) y Gestiones (1992) a ese «ahora» que es En torno a Basho y otros asuntos (2016). Basho y sus haikus, sobre todo el que para Cadenas es el modelo: «Un viejo estanque:/ salta una rana,/ ruido de agua». Pues la poesía de Cadenas, como el haiku, intenta capturar el presente, lo que existe, pero sin olvidar el pasado. «Es lo que trato de escribir, presente y pasado. ¿El futuro? No lo conocemos, es una fantasía».
Fuente: Elmundo.es