BOGOTA. Alejandro Bernal, alias Juvenal, descrito en los años 90 por las autoridades colombianas como uno de los narcos más poderosos del país y quien pagó una condena en Estados Unidos, fue asesinado a tiros por sicarios en una zona a las afueras de Bogotá, informó el martes la policía.
Bernal, de 50 años, tenía aproximadamente un mes en el país después de llegar de Estados Unidos y estaba en la localidad de Sopó, a unos 22 kilómetros al norte de Bogotá, junto con otro hombre en una operación de compra-venta de vehículos y bienes inmuebles, cuando fue sorprendido por dos pistoleros y muerto a tiros, dijo en diálogo telefónico con la AP el general José Roberto León, director de la policía nacional colombiana.
Según el jefe policial, la hipótesis que se manera sobre el asesinato de Bernal era que intentaba retomar el negocio de las drogas en la ciudad de Medellín, en el noroeste del país, donde tuvo sus mayores operaciones en los años 90; o por rivalidades entre distintos grupos de narcos.
Bernal «fue una de las personas que había sido capturadas en la Operación Milenio hace unos años realizada por la policía nacional en contra del narcotráfico. Fue extraditado hacia Estados Unidos, allí purgó una pena, después de purgar su condena regresó a Colombia y estaba últimamente radicado en cercanías a Bogotá», aseguró el general León.
En octubre de 1999, Bernal y otras 30 personas, entre ellas Fabio Ochoa Vásquez, quien fue miembro del cartel de Medellín, fueron capturados en una vasta redada que la policía colombiana denominó Operación Milenio. Bernal y su grupo fueron extraditados a Estados Unidos en el 2001.
Por su colaboración ante las autoridades estadounidenses, Bernal consiguió descuentos de condena, según funcionarios colombianos.
Bernal, quien hasta su captura era prácticamente desconocido en el mundo de la droga en Colombia, era visto por la policía y la Fiscalía colombianas como uno de los mayores jefes del narco y descrito como un sucesor del mexicano Amado Carrillo Fuentes, que fue el jefe del cartel de Juárez. Carrillo Fuentes, conocido como el «Señor de los cielos» por la enorme flota aérea que tenía en México para el transporte de droga, murió el 4 de julio de 1997 en un quirófano cuando se sometía a una cirugía facial para cambiar su rostro.
Al momento de la captura Bernal, la policía colombiana y autoridades de Estados Unidos aseguraron que la banda del colombiano enviaba al menos 30 toneladas de cocaína y obtenía ingresos de unos 5.000 millones de dólares al mes.
AP