La secretaria adjunta de Estado de EE.UU. para Latinoamérica, Kimberly Breier, se reunió este martes con representantes del autoproclamado presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, para conversar sobre cuáles deben ser los «siguientes pasos» para la «transición democrática» en el país.
En un mensaje de Twitter, Breier colgó una foto de su encuentro en el Departamento de Estado con Carlos Vecchio, designado por Guaidó como encargado de negocios de Venezuela en Washington, así como con Julio Borges, nombrado como representante ante el Grupo de Lima, conformado por países del continente americano.
A ese encuentro también acudió Elliot Abrams, enviado especial de EE.UU. para Venezuela y considerado una figura polémica por sus decisiones sobre Latinoamérica bajo las Presidencias de los republicanos Ronald Reagan (1981-1989) y George W. Bush (2001-2009).
«El representante especial Abrams y yo nos reunimos esta mañana con los representantes del Gobierno de transición de Guaidó en EE.UU., Carlos Vecchio y @JulioBorges para hablar sobre los siguientes pasos en apoyo de una transición democrática. Estamos unidos con todos los que buscan democracia», dijo Breier.
Además, en su cuenta de Twitter, Borges colgó un video en el que aparecen hablado Vecchio y él mismo tras el encuentro en el Departamento de Estado.
El video comienza con Vecchio, quien afirmó: «Hemos recibido el respaldo de la Asamblea Nacional para continuar nuestra labor diplomática en el exterior, estamos saliendo del Departamento de Estado y vamos a continuar con una misión muy clara: producir el cambio político en Venezuela«.
A continuación, tomó el relevo Borges para aseverar que los venezolanos pueden tener la «seguridad» de que los representantes de Guaidó van a lograr un «cambio definitivo y para bien» en Venezuela.
Mientras se producían las reuniones en el Departamento de Estado, Gustavo Tarre hacía su primera aparición pública como «representante especial» de Guaidó ante la Organización de Estados Americanos (OEA) durante un debate sobre Venezuela en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS).
El discurso de Tarre tuvo un carácter expositivo y se dedicó a explicar la situación de inestabilidad que vive Venezuela desde que el 10 de enero el presidente, Nicolás Maduro, volviera a tomar posesión de su cargo como fruto de las elecciones del pasado mayo, cuestionadas por la comunidad internacional.
Al ser preguntado sobre un escenario violento, Tarre afirmó: «No creo que haya nadie en Venezuela dispuesto a morir por Maduro».
En ese sentido, el venezolano describió las marchas por Guaidó como multitudinarias y lo contrastó con la «soledad» que, a su juicio, experimenta Maduro tanto dentro como fuera del país.
El 23 de enero, Guaidó se proclamó presidente interino de Venezuela al invocar unos artículos de la Constitución venezolana y logró el respaldo de EE.UU. y buena parte de los países del continente americano, aunque Maduro está respaldado por Rusia, China, Bolivia, Cuba y Nicaragua, entre otros. EFE