El presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, presenta este jueves su plan para enfrentar la debacle económica y social del país, mientras la Eurocámara se convirtió en la primera institución europea en reconocerle como presidente interino, aumentando la presión sobre los países del bloque a los que insta a imitarlo.
El Parlamento Europeo “reconoce a Juan Guaidó como presidente interino legítimo de la República Bolivariana de Venezuela, de conformidad con la Constitución venezolana”, reza la resolución aprobada este jueves por 439 votos a favor, 104 en contra y 88 abstenciones.
Además la Unión Europea exigió la liberación de todos los periodistas detenidos sin motivos en el país, anunció la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini.
“La UE exige la liberación de todos los periodistas detenidos sin motivo”, afirmó Mogherini en rueda de prensa este jueves, al término de una reunión informal con los ministros de Defensa de la Unión Europea.
Dos periodistas franceses y cuatro miembros de un equipo de la agencia española EFE permanecen detenidos, y dos chilenos fueron deportados el miércoles.
El gobierno de España exigió este jueves la “inmediata puesta en libertad” de los cuatro miembros de un equipo de la agencia EFE, requiriendo “nuevamente a las autoridades venezolanas el respeto del Estado de Derecho, los derechos humanos y las libertades fundamentales, de las que la libertad de prensa es un elemento central”, indicó en un comunicado el ministerio español de Asuntos Exteriores.
Guaidó sigue sumando apoyos del exterior. Decidido a asfixiar económicamente al gobierno de Maduro, Estados Unidos aprobó sanciones contra la estatal petrolera PDVSA -fuente del 96% de ingresos del país- y congeló cuentas y activos venezolanos, cuyo control entregó a Guaidó.
“Las condiciones son favorables a Guaidó, con un apoyo internacional decisivo encabezado por Estados Unidos, y en lo que también tiene que ver el agravamiento de la crisis económica”, dijo a AFP el analista Carlos Romero.
El conflicto político ocurre en pleno colapso de la otrora potencia petrolera, que sufre escasez de alimentos y medicinas y una hiperinflación que el FMI proyecta en 10.000.000% para este año.
“Trabajaremos para estabilizar la economía, atender la emergencia humanitaria de inmediato, rescatar los servicios públicos y superar la pobreza. Sabemos cómo lograrlo”, escribió en Guaidó en Twitter.
Respaldo internacional
Bajo la presión de España, Alemania o Francia, la Unión Europea lanzó un ultimátum a Maduro para que en “los próximos días” acepte unos comicios “libres” o de lo contrario reconocerá a Guaidó como presidente encargado de Venezuela.
Guaidó llamó a una marcha el sábado en respaldo al plazo europeo, que vencería el domingo. Mientras, el régimen de Maduro convocó a sus seguidores a manifestarse también, para festejar los 20 años de la “revolución bolivariana” liderada por el fallecido Hugo Chávez (1999-2013).
Senadores de Estados Unidos instaron el miércoles a la UE a reconocer a Guaidó, como hizo Estados Unidos, Canadá y una docena de países latinoamericanos, para propiciar la salida de Maduro.
El líder opositor recibió el miércoles una llamada telefónica del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien le expresó su “pleno respaldo”.
Guaidó se juramentó como presidente luego de que la Asamblea Nacional declarara a Maduro “usurpador” tras asumir un segundo mandato que considera ilegítimo, al igual que gran parte de la comunidad internacional, por ser resultado de comicios “fraudulentos”.
Aunque sus decisiones son consideradas nulas por TSJ de Maduro, la AN nombró embajadores en una decena de países que reconocieron a Guaidó.
La Fuerza Armada, “crucial” para un “cambio”
El miércoles, en manifestaciones en todo el país, Guaidó y sus seguidores urgieron a la Fuerza Armada a permitir que llegue ayuda humanitaria y a desconocer a Maduro, quien a su vez los llamó a mantenerse unidos y leales.
“La retirada de apoyo por parte de los militares de Maduro es crucial para permitir un cambio en el gobierno, y la mayoría de los que están en servicio están de acuerdo en que los últimos problemas del país son insostenibles”, escribió Guaidó en The New York Times.
Aunque aclarando que no cubrirá crímenes de lesa humanidad, Guaidó ofrece amnistía a militares que desconozcan a Maduro, buscando romper su principal sostén: la Fuerza Armada.
Metiendo presión también en ese sector, el gobierno de Trump admitió que no descarta una acción armada en Venezuela y llamó a los militares a apoyar la transición.
Washington dijo tener listos 20 millones de dólares para entregar en alimentos y medicinas, pero Maduro, que atribuye la escasez a sanciones estadounidenses, sostiene que la ayuda humanitaria es la puerta a una intervención militar.
La crisis económica disparó la migración, cifrada en unos 2,3 millones de venezolanos desde 2015, según la ONU.
Para buscar una salida al conflicto, Maduro se dijo dispuesto a reunirse con Guaidó y con Trump. Pero Guaidó dice que no se prestará para diálogos “falsos”.
Con cada llamado a marchas resurge el temor a brotes de violencia y la brutal represión de las fuerzas de “seguridad” del régimen. Disturbios desde el 21 de enero dejaron unos 40 muertos y más de 850 detenidos, según la ONU. Dos oleadas de protestas en 2014 y 2017 se saldaron con unos 200 muertos.
Con información de AFP