Es importante entender que, para lograr justicia social e igualdad, lo público no puede considerarse sinónimo de malo, y es por eso que considero que los venezolanos merecemos hospitales tan buenos como las clínicas
Hace unos días recibí una llamada de Juan, un señor que conocí en Guarenas. La razón de su llamada era explicarme la situación que vivía junto a su hijo. El joven sufrió un accidente y no lo aceptaban en ningún hospital. Fue a las 10 de la noche, luego de dar vueltas durante horas, “ruleteándolo” de un lugar a otro, que lo recibieron en el Clínico para enyesarle el brazo y la pierna a causa del accidente.
Situaciones como éstas se presentan todos los días en nuestro país. Ésta es la realidad de la mayoría de venezolanos, que son los que no cuentan con el dinero suficiente para pagar un seguro médico.
El ruleteo es una de las peores consecuencias del precario sistema de salud público que tenemos en el país, así como una de las causas de muerte por la falta de una rápida atención médica en casos de emergencia. Sin embargo, esta situación es resultado de un problema aún mucho más grave: la falta de insumos o materiales médicos en los hospitales, necesarios para atender cualquier caso que se presente. Es por todo esto que muchas personas son obligadas a asistir a clínicas privadas por el mal estado de nuestros hospitales, adquiriendo deudas que no pueden costear.
Es importante entender que, para lograr justicia social e igualdad, lo público no puede considerarse sinónimo de malo, y es por eso que considero que los venezolanos merecemos hospitales tan buenos como las clínicas.
Hasta 1989 los hospitales pertenecían al Ministerio de Salud, pero ese año pasaron a las gobernaciones y alcaldías. Sin embargo, cuando Henrique Capriles Radonski ganó la gobernación de Miranda, en el 2008, estas atribuciones fueron revocadas de las gobernaciones, dejando al nuevo gobernador sin potestad sobre los hospitales, logrando así atarlo de manos, sin dejarle muchas opciones para mejorar el precario sistema de salud.
Sin embargo, Capriles buscó una solución, evadiendo las dificultades, creando la red de salud de Miranda encabezada por los Pronto Socorros, CEMO (Centro de Especialidades Medico Odontológicas), y otros. El que está ubicado en Bienvenidos, en Guarenas, atiende más de 8.000 mirandinos al mes, con una alta calidad en su personal, los mejores equipos y abierto las 24 horas del día, los 365 días del año.
Yo entiendo la situación que viven las personas que no tienen acceso a un buen sistema de salud. La llamada de Juan sólo me confirmó lo que ya sabía, y me hizo sentir más comprometido en la búsqueda de una solución a este problema, que afecta a muchos. Desde el Consejo Legislativo, buscaré promover la profundización de los programas de salud en Guarenas, Guatire y Sucre, y así ayudar a los que lo necesitan. Queremos la mejor calidad para los que menos tienen. Ese es nuestro compromiso: ser la voz de ustedes y construir juntos un futuro mejor.
Alejandro E. Mejia S.