La delegación de europarlamentarios que fueron expulsados de Venezuela tras aterrizar en el aeropuerto de Caracas iba a «conspirar y a reunirse con un presidente falso que trata de derrocar a un gobierno legítimamente electo», aseguró hoy a Efe el viceministro venezolano para Europa, Yvan Gil.
La delegación, en la que figuraba el eurodiputado del PP Esteban González Pons, viajó ayer a Venezuela por invitación oficial de la Asamblea Nacional y su intención era reunirse con el autoproclamado presidente interino del país, Juan Guaidó, a quien Estados Unidos, el Parlamento Europeo y la mayor parte de los países de la UE, entre ellos España, ya han reconocido.
«Es mentira que fueran expulsados porque nunca llegaron a entrar a Venezuela. No fueron admitidos en el país. Para nosotros son un grupo de políticos que iban a tener una serie de encuentros conspirativos con alguien que dice ser presidente de un país cuando no lo es», explicó Gil.
Gil subrayó que el Gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, anunció «por la vía diplomática correspondiente, unos días antes, que no serían admitidos, que no tenían visado» y añadió que «no eran parte de una misión del Parlamento Europeo», organismo de la UE que -recuerda- «solo tiene competencias en Europa, no en Venezuela«.
«Si yo voy a un país, no tengo visa y no soy bienvenido, simplemente no entro», afirmó Gil en declaraciones a Efe en Holanda, donde se encuentra de visita oficial.
Según Gil, Venezuela hizo uso de «sus atribuciones legales» y «sin violar ningún pacto internacional ni convenio ni norma diplomática, les comunicó que no son bienvenidos y no los admitió».
Cuando los europarlamentarios llegaron al aeropuerto fueron llevados a una sala en donde les retiraron sus pasaportes, y de ahí fueron conducidos a «un cuartucho», en el que estuvieron acompañados por los embajadores de España, Holanda y la Unión Europea, y custodiados por tres policías, dijo a Efe el eurodiputado del PP Gabriel Mato.
Por su parte, González Pons, aseguró que se bajaron del avión «con todos los papeles en regla» y lamentó que, sin ningún documento explicativo, les comunicaron que les iban a expulsar del país y les «miraron» los teléfonos, y les intentaron «borrar» lo que tenían grabado. EFE