Una joven identificada como Inés Marina Trompiz fue asesinada por su primo quien estaba obsesionado con ella. El hecho ocurrió la noche del miércoles, en la calle Bolívar de Caja de Agua en Punto Fijo, estado Falcón.
La fémina tenía meses sufriendo los insultos, el acoso y hasta el maltrato psicológico del hombre, sin embargo, tenía miedo de denunciarlo por segunda vez, y hasta evitaba salir de la vivienda para no encontrárselo en el sector donde residía.
Transcendió que la noche del miércoles 8 de mayo, Alexander José Trompiz, quien era el primo hermano de la víctima, pasó a la casa donde ella vivía con sus padres. El hombre llegó perfumado y sereno.
En ese momento, Inés salió con su hija de dos años de edad en brazos a ver qué quería. Sus familiares no saben cómo hizo para llevársela de la vivienda a un callejón cercano, donde le propinó 11 puñaladas, acabando con su vida de manera inmediata.
Los gritos desesperados de la mujer con su pequeña en mano, alertaron a los vecinos y a sus parientes, quienes llegaron a rescatarla, pero el victimario ya había desaparecido del lugar. A Trompiz la trasladaron hasta una clínica cercana a la que llegó sin signos vitales.
Los allegados de la ahora occisa realizaron la búsqueda del sujeto por todos lados, pero no lograron dar con su paradero sino hasta el jueves en la mañana, en un terreno baldío, adyacente al sitio donde mató a la joven.
El hombre luego de cometer el crimen, decidió quitarse la vida, ya que fue hallado en el piso con varias heridas de arma blanca, una de ellas en el corazón y además, tenía el cuchillo en la mano.
Cabe destacar que la mujer tuvo una niña de dos años con un novio que no quiso hacerse responsable. Ese fue el motivo que encontró su primo para acercarse a la joven, quien aceptó su ayuda monetaria y adoptó a la bebé como suya.
Sin embargo, Inés Trompiz no se imaginó que aceptar la generosidad de su pariente, la llevaría al acoso, el maltrato y posteriormente la muerte. Se conoció que el año pasado, el sujeto la amenazó con matar a su padre y “darle donde más le duele” si no lo aceptaba, lo que ocasionó que la muchacha dejara de salir de su casa y hasta dejara su empleo.
En ese sentido, la víctima colocó una denuncia ante los organismos policiales, y el hombre firmó una caución, pero solo la respetó por poco tiempo. Sin embargo la fémina no volvió a las autoridades por miedo, ya que el individuo se había mostrado más violento y hasta la perseguía cuando salía a visitar a los vecinos o iba a la bodega.
La familia Trompiz, hoy tiene un doble dolor, porque aunque no aceptaron lo que hizo el hombre, lo recuerdan como una persona trabajadora y entregada. MDC