Los grupos disidentes de las FARC, que estaban en un proceso de «bandolerización» sin carácter político, y los antiguos líderes de ese grupo armado que dejaron el proceso de paz se están juntando y podrían conformar una nueva guerrilla el año próximo, advirtió este miércoles la Fundación Paz y Reconciliación.
«La información que tenemos es que se está juntando la disidencia política y armada. Eso da la posibilidad y el riesgo hacia el año entrante de la conformación, otra vez, de un grupo guerrillero en Colombia distinto al ELN», aseguró el director de la Fundación, León Valencia, al presentar el informe «La seguridad en Colombia a un año del gobierno de Iván Duque».
Según explicó Valencia, en las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) nacieron dos disidencias del proceso de paz, una armada y otra política.
Los disidentes armados «son todos estos grupos que se fueron antes de la firma o después de la firma del acuerdo a grupos en muchos sitios del país» y que actualmente tienen presencia en 123 municipios de los más de 1.100 que tiene Colombia.
Por otro lado, se conformó «una disidencia política encabezada por ‘Iván Márquez’ y ‘Jesús Santrich'», alias de Luciano Marín Arango y Seuxis Paucias Hernández, detalló Valencia.
Acerca de los armados, explicó que actualmente conforman 24 grupos con 1.800 exguerrilleros de las FARC «que se fueron a esas disidencias».
De otro lado, Santrich se encuentra en paradero desconocido después de que abandonara su esquema de seguridad el pasado 29 de junio, cuando se encontraba visitando el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) de Tierra Grata, en el departamento del Cesar (norte), donde los exguerrilleros completan su reinserción a la vida civil.
Márquez, que fue jefe negociador de la hoy desmovilizada guerrilla, también se encuentra en lugar desconocido después de visitar el ETCR de Miravalle, en el departamento de Caquetá (sur), a donde se había trasladado el 19 de abril de 2018.
El subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación, Ariel Ávila, aseguró que tienen información acerca de dos reuniones entre los exlíderes de la guerrilla y grupos disidentes.
La primera tuvo lugar el 2 de mayo en un punto que no determinó, mientras que la otra se produjo «unos días después» en una zona del departamento de Arauca, fronterizo con Venezuela, una región que es tradicional bastión del Ejército Nacional de Liberación (ELN) y en el que también tienen fuerte presencia grupos disidentes de las FARC.
Además, Ávila explicó que tienen «información en territorio sobre el acercamiento de estos mandos con esas disidencias y el posible establecimiento de esas negociaciones».
Por eso, aseguró que el informe concluye que el futuro y la posible conformación de una guerrilla se podrá determinar hasta el primer trimestre del año próximo.
«Hasta hace unos seis meses la mayor probabilidad era que los grupos de disidencias sufrieran un proceso de bandolerización (…) Hoy se ha invertido la carga y creo que estamos muy cerca de que eso sea una nueva guerrilla», afirmó Ávila.
Según el analista, «habrá que esperar y sobre esto la preocupación que debe tener el Gobierno nacional es el proceso de reincorporación de los mandos medios más que de la base» de la antigua guerrilla. EFE