El Partido Liberal ganó las elecciones este lunes en Canadá y la oportunidad de un nuevo mandato para Justin Trudeau el primer ministro, encumbrado al estrellato político internacional hace cuatro años por su magnetismo y su arrolladora victoria frente a los conservadores, ha llegado a las urnas sin aureola, lastrado por varios conflictos. Ha logrado, aun así, una mayoría en escaños más sólida de lo que se esperaba, pero no absoluta, y le aguarda ahora una segunda etapa más difícil, la de gobernar en minoría en un país más fragmentado que en 2015.
Los liberales han llegado a la cita electoral prácticamente empatados en las encuestas con el Partido Conservador, cuyo líder es un político de 40 años llamado Andrew Scheer de escaso tirón mediático que no ha logrado capitalizar la erosión de la imagen de Trudeau, un icono liberal al que se ha acusado de hipocresía a causa de varios conflictos