«Los resultados de una elección deben de ser creíbles y aceptables para toda la población no solo para un sector. En estos momentos, con 96,78% de las actas computadas, el cómputo definitivo marca una diferencia de 9,48% entre los binomios más votados, lo que de mantenerse significaría una segunda vuelta. En el caso de que, concluido el cómputo, el margen de diferencia sea superior al 10%, estadísticamente es razonable concluir que será por un porcentaje ínfimo. Debido al contexto y las 5 problemáticas evidenciadas en este proceso electoral, continuaría siendo una mejor opción convocar a una segunda vuelta», se lee en la parte conclusiva del informe.
El documento fue presentado en el país por el jefe de la misión y excanciller de Costa Rica, Manuel González, mientras el mismo documento fue presentado en Nueva York, en el Consejo Permanente, por el director del Departamento para la Cooperación y Observación Electoral (DECO) de la OEA, Gerardo de Icaza, que trata ‘la situación en Bolivia’ a pedido de las representaciones de Brasil, Canadá, Colombia, Estados Unidos y Venezuela.
La parte conclusiva del documento inicia recordando que «toda elección debe regirse por los principios de certeza, legalidad, transparencia, equidad, independencia e imparcialidad» y agrega que «la Misión pudo constatar que varios de estos principios han sido vulnerados por distintas causas a lo largo de este proceso electoral».