Hasta ahora el presidente de México aún no ha dado explicaciones sobre el fracaso del operativo para capturar a Ovidio Guzmán, hijo de El Chapo Guzmán, que atrapó a la ciudad de Culiacán en un fuego cruzado en mitad de la tarde del que, finalmente, el ejército tuvo que liberar al capo y retirarse. El mandatario se escuda una y otra vez en que la operación se abortó para evitar la pérdida de vidas humanas y acusa a sus adversarios políticos de “fascistoides” por no entender esa posición. Lo que se cuestiona, y aún no tiene respuesta, es por qué un operativo tan delicado resultó, como ha reconocido el Gobierno, “improvisado y fallido”, tanto que el presidente asegura que ni siquiera fue avisado del despliegue para capturar a Guzmán.