Jean Ortiz, de 23 años, recibió un tiro en la espalda, cuando funcionarios le dispararan a los asistentes en una celebración callejera. Hace un año, el Cicpc asesinó a uno de sus hermanos también en Turumo y hace 16 años mataron a su padre, en una pelea, en la misma zona
A Jean Carlos Ortiz Terán lo llevaron muerto al Centro Diagnóstico Integral (CDI) de Turumo. Recibió un tiro en la espalda, en una fiesta callejera en el sector Marín. Tenía 23 años.
El pasado domingo 19 de octubre a las 11:00 pm, funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) llegaron a bordo de una camioneta blanca y decomisaron todas las cervezas y el display. Antes de irse efectuaron varios disparos y mientras todos trataban de resguardarse, Jean resultó herido.
“Ellos son más malandros que los mismos malandros. Ya en el barrio no se enfrenta banda con banda, ahora son ellos los segundos malandros. Ya no tenemos que temerle a los malandros ni siquiera”, dijo un pariente, quien por miedo no quiso identificarse.
La víctima fue trasladada por sus familiares hasta el ambulatorio pero no pudieron salvarle la vida. Dejó huérfano a un hijo de un año. La mañana del pasadomiércoles 23 de octubre todavía no entregaban su cadáver, pues nació en San Onofre, Colombia, y no tenía papeles de identificación.
Hace un año y tres meses asesinaron a un hermano de Jean, también en Turumo. Dany Ortiz Terán tenía 19 años y presuntamente le dispararon funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc). Después alegaron un enfrentamiento.
De acuerdo con la versión de sus familiares lo culparon de un homicidio, que ocurrió en una riña en la que él participó también en una fiesta.
En esa ocasión Dany resultó herido en la cara y cuando su madre lo llevaba al hospital, para socorrerlo, lo abordaron efectivos de la policía científica y le dispararon en el pecho. “Cuando la familia supo que Dany no tenía nada que ver en esa muerte fueron a la casa a pedir perdón, pero ya el daño estaba hecho. Eso no nos iba a devolver a Dany”, agregó otro familiar.
De los cinco hermanos, ahora quedan tres en una familia marcada por la violencia. Hace 16 años al padre de estos dos jóvenes también lo asesinaron en Turumo, después de tener una riña con un hombre.
“Ese hombre fue a buscar una pistola y lo mató”, dijo. Por ninguno de los dos crímenes hubo justicia, por lo que no esperan que pase lo contrario con la muerte de Jean.
Yohana Marra/Crónica.Uno