En un ambiente bastante complicado por lo parejo del cuadro electoral Uruguay va mañana domingo a Elecciones. En este país es necesario lograr la mitad más uno de los votos para obtener la presidencia, es decir, una mayoría absoluta.
Si nadie la consigue, entonces se va a una segunda vuelta o balotaje, prevista para el 24 de noviembre, donde solo participan los dos más votados y se gana por mayoría simple.
Y, según los analistas, las probabilidades de que el Frente Amplio gane en la primera vuelta son casi nulas. De acuerdo a distintas encuestas locales sobre intención de voto publicadas en la semana previa a las elecciones, el Frente Amplio obtendría entre el 41% y 33% de los votos, el Partido Nacional del 27% al 22%, el Partido Colorado del 16% al 10% y Cabildo Abierto del 12% al 10%.
En una lectura simple de los números, el balotaje sería entre Daniel Martínez, el candidato oficialista, y Luis Lacalle Pou del Partido Nacional.
En el caso de Martínez, los analistas aseguran que para ganar debe pasar la barrera del 40% en la primera vuelta, ya que es probable que no consiga sumar una cantidad sustancial de votos de los otros partidos en la segunda vuelta.
Lacalle, por su parte, precisaría formar un gobierno de coalición con el Partido Colorado, algo que ya sucedió en el pasado, y posiblemente también deba sumar a Cabildo Abierto, que por ser una formación nueva es más impredecible.
Ernesto Talvi, candidato por el Partido Colorado, y Guido Manini Ríos de Cabildo Abierto, todavía podrían meterse en la segunda vuelta con Martínez.
Como explicó Alain Mizrahi, director de la encuestadora uruguaya Grupo Radar en un análisis publicado en su web, «un 10% de los encuestados que contestan una intención de voto X (o sea, descontando los votos en blanco o anulados y quienes no saben o no quieren responder) aun no descarta otra opción».
«Estos votantes son los que van a terminar definiendo si el Frente Amplio supera el 40% y por cuánto, o si Talvi alcanza a Lacalle», ejemplificó.
Por eso, en su opinión, el escenario electoral es «bastante volátil».
Si bien hay 11 partidos que buscan llegar a la presidencia, los cuatro candidatos aquí mencionados son los que matemáticamente tienen más oportunidades de alcanzar el poder.