Comerciantes que tienen décadas preparando ramos y arreglos florales en la capital cuentan cómo, desde hace más o menos dos años, el día para recordar a quienes ya no están se convirtió en un día cualquiera, porque la mayoría de las familias ya no puede comprar las ofrendas para sus difuntos
María Fátima Do Nacimiento tiene una floristería en la parroquia Santa Rosalía, cerca del Cementerio General del Sur, que instaló hace 20 años, pero desde hace dos años el negocio no va tan bien. Antes, recuerda que cada 2 de noviembre, por la conmemoración de los Fieles Difuntos, las ventas de arreglos florales aumentaban significativamente: podía preparar hasta 1.000 ramos para la festividad católica, en comparación con los 200 que despachaba una semana normal. Ahora, 200 es lo que logra vender en un buen día.
Quienes antes compraban diez ramos, por ejemplo, ahora solo llevan cinco, muchas veces sin rosas ni girasoles, que son las flores más costosas. Mientras un ramo elaborado con crisantemos y helechos cuesta 10.000 bolívares, uno que incluya una rosa sale en 20.000. “Ya la gente no lleva flores (a los difuntos) como antes”, dice María Fátima. También cuenta que sus proveedores le aumentan los precios semanalmente. En 2018, solo sufrió tres incrementos significativos; ahora, todos los jueves debe pedir un presupuesto nuevo. Explica que para sus distribuidores es difícil no aumentar, porque los fertilizantes y venenos que utilizan para las plantas son importados, lo que significa que deben adquirirlos en divisas.
Durante la última semana de octubre, María gastó más o menos 5.000.000 de bolívares para su negocio a propósito de la celebración en la que se recuerda a los muertos, pero no espera recuperar toda la inversión.
En el municipio El Hatillo, cerca del Cementerio del Este, José Pérez asegura que el Día de los Fieles Difuntos es una fecha normal; ya no hay pedidos especiales ni ventas exacerbadas. De los 18 años que tiene en ese trabajo, van por lo menos dos en los que las ventas de ramos, por ejemplo, pasaron de 50 a 30. Los arreglos más sencillos cuestan 50.000 bolívares y las coronas, 600.000, monto equivalente a dos salarios mensuales en Venezuela.
José Balza tiene 20 años armando coronas florales que antes se vendían a diario y ahora pueden pasar hasta dos semanas sin que alguien compre alguna. Todas esas flores y esos helechos se pierden. Lo ideal es vender 50 ramos diarios, pero hay días en los que no llegan ni a 20 ventas, ni siquiera en el día de los muertos.
María Jesús Vallejo/El Pitazo
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Los ramos más sencillos van desde 10.000 hasta 50.000 bolívares
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