El arzobispo emérito de Caracas exigió al gobierno del presidente Nicolás Maduro que “cese en el ejercicio del poder, porque lo que ha hecho es arruinar y hundir a los venezolanos”
“Llamo a los dirigentes del chavismo a que sean sensatos, que busquen una salida honorable y dejen el campo abierto para que haya quienes puedan gobernar a Venezuela de verdad”, dijo el cardenal Jorge Urosa Savino a un equipo periodístico del portal web elnacional.com, y responsabilizó al gobierno del presidente Nicolás Maduro de la crítica situación económica, política y social que vive el país. “La situación económica y social es tan mala que provoca la depresión de mucha gente, que provoca, por ejemplo, la muerte por suicidio de una niña de 11 años de edad”, señaló el arzobispo emérito de Caracas durante la entrevista.
Se refirió a la muerte de una niña en Catia, al oeste de Caracas, como consecuencia de la situación que la llevó a sufrir una fuerte depresión: “Se suicidó por una depresión, seguramente a causa de esta situación de pobreza, de miseria terrible que golpea a la gente”, cita el portal venezolano.
Aseguró que la crisis es tan evidente que, al caminar por las calles de la capital, se puede observar a ciudadanos raquíticos, porque “la economía está en una situación de total descalabro, con una inflación descomunal”. Además de que, ante la baja producción nacional, en los anaqueles se ven productos importados “a un precio absolutamente inalcanzable”.
Señaló que el drama nacional se extiende a la deserción de educadores, cuya única respuesta que ha obtenido por parte del ejecutivo es “sustituir a esos docentes con muchachos que apenas tendrán bachillerato o ni siquiera alcanzan a terminarlo”. “Los ponen a dar clases cuando no tienen ninguna formación ni la vocación del educador. Es algo malísimo para el futuro del país porque los niños que están en las escuelas, sobre todo en las escuelas públicas, están recibiendo una educación pésima”, agregó.
Responsable de la migración
Afirmó que el gobierno es responsable de la migración de millones de venezolanos, que hoy son víctimas del odio en países de la región. “Están en otras partes sujetos al rechazo de los países donde se encuentra, por ejemplo, en Chile, Ecuador y Perú. Eso es terrible, que una persona emigre de su país y luego se encuentre en una situación de desventaja total, de desvalimiento y sujeto al odio social”, expresó.
Urosa Savino consideró que la dirigencia opositora y los ciudadanos deben aumentar la presión interna. Señaló que deben hacerle entender a la cúpula gobernante que “debe cesar en el ejercicio del poder porque lo que ha hecho es arruinar y hundir a los venezolanos”. “Es importante que haya una fuerza que le manifieste al gobierno que debe dejar el poder para que el pueblo pueda vivir mejor”, enfatizó.
Si tuvieran amor
–¿Cree que el régimen tenga intenciones de dialogar?
–Si el gobierno tuviera verdaderamente amor a Venezuela ya habrían dejado el poder, porque realmente han llevado al país a una ruina terrible que está creciendo cada vez más. Ahora, ellos no se quieren ir porque están aferrados al poder, pareciera que no les importa el dolor que están causando al pueblo, el dolor de tanta gente que se tiene que ir. El gobierno sigue jugando a mantener una especie de farsa, un diálogo de mentira para ganar tiempo y rechazan completamente lo que es el centro y la raíz de los problemas, que es, la incapacidad del actual presidente de gobernar.
–¿Podrían alcanzar soluciones desde la mesa de diálogo?
-–No creo, porque si bien hay ahí personalidades que han tenido una gran figuración política en el país en otro momento, actualmente no tienen partidos con mucha militancia, no representan al pueblo. Estamos en una situación muy mala. No hay absolutamente ninguna noticia sobre cuáles han sido los avances del diálogo entre el gobierno y este grupo minoritario de la oposición, que no está representado por la Asamblea Nacional legítimamente electa con los votos de la mayoría de los venezolanos. Esa oposición actualmente está como impedida de actuar por culpa del TSJ, que la declara en desacato, algo que es absolutamente absurdo.
–¿No sería un avance el regreso del chavismo al Parlamento y la excarcelación de presos políticos?
-–El regreso del chavismo a la AN es algo positivo, pero eso no es un fruto importante de ningún diálogo. En cuanto a la excarcelación de presos políticos, han sido poquísimos. Todavía hay una inmensa mayoría de presos políticos, tanto civiles como militares, que están presos y sometidos a condiciones pésimas de encarcelamiento. Son unos resultados absolutamente mínimos los que ha obtenido esa mesa de diálogo.
–¿Está bien que los diputados chavistas estén en el Legislativo y en la ANC, desde donde allanan la inmunidad parlamentaria de los diputados?
-–No, está bien que estén en la AN. La Asamblea Nacional Constituyente, los obispos así lo pensamos, no tiene legitimidad ni validez alguna porque no fue convocada por el pueblo. Además, está muy mal que persigan a los diputados. Ellos no tienen derecho a perseguir a nadie, no tienen por qué perseguir. Todos los venezolanos tenemos más bien que buscar soluciones.
–¿Se debería retomar el proceso de negociación con Noruega?
-–Eso sería positivo, pero para eso tendría el gobierno que dar muestras de una voluntad de cambiar y de acoger propuestas que lleven a la restitución de la legalidad en Venezuela. Actualmente hay una situación de ilegalidad, que algunos definen como de usurpación, porque las elecciones de mayo del año pasado fueron un atropello a los derechos políticos del pueblo. Fueron convocadas fuera de tiempo, con poquísimos días para la preparación, sin que haya habido posibilidad por parte de la oposición de escoger sus candidatos, con una gran cantidad de políticos inhabilitados y exilados por persecución política. A parte, del atropello del cambio de los lugares de votación de una gran cantidad de electores.
Mal fin de año
–¿Cómo terminarán los venezolanos el año?
–Desde el punto de vista de la realidad sociopolítica y económica, vamos a terminar muy mal, a menos que haya un cambio sustancial de aquí a diciembre, un cambio de gobierno. De no ocurrir, vamos a terminar muy mal, porque el dólar sigue subiendo, la comida está cada vez más cara, no hay productos, la salud peor y la educación está completamente por el suelo. Los problemas siguen y se van a agravar. Sin embargo, llamó como obispo de la iglesia, como ministro de Jesucristo, a que fortalezcamos nuestra fe en Dios, nuestra esperanza y busquemos sin violencia, que haya un cambio pacífico para el bienestar del pueblo.