“Qué es lo que estamos pidiendo, que el Estado trabaje y que lo haga bien, que evite que se sigan muriendo los niños, ese es nuestro principal llamado”, expresó Carlos Trapani, coordinador de Centros Comunitarios de Aprendizaje (Cecodap)
El coordinador de Centros Comunitarios de Aprendizaje (Cecodap), Carlos Trapani, en compañía del personal médico y familiares de pacientes del Hospital J.M. de los Ríos de Caracas, solicitaron al gobierno del presidente Nicolás Maduro que trabaje para evitar que “más niños sigan muriendo en el pediátrico”.
Trapani aseguró que el Estado debe cumplir con los niños y las familias y que las denuncias sobre las dificultades que atraviesan los pacientes se vienen haciendo desde el año 2000. “Qué es lo que estamos pidiendo, que el Estado trabaje y que lo haga bien, que evite que se sigan muriendo los niños, ese es nuestro principal llamado”, expresó el representante de Cecodap.
El coordinador general de Cecodap recordó que la aplicación de la disposición dictada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) depende de la buena fe del Estado, pues no contempla medidas coercitivas.
Katherine Martínez, directora de la ONG Prepara Familia, pidió al Estado venezolano que cumpla con lo solicitado por la CIDH y además reactive los trasplantes, suspendidos desde hace más de dos años.
Luisiana de Hecerra, madre una niña de 5 años, quien padece una condición no diagnosticada, aseguró que su hija requiere de estudios profundos que en el país no hay. “Mi hija ya tiene un año sin recibir el tratamiento. Yo siento que a mi hija, si pasa un año más, se le va explotar el hígado por la cantidad de hierro que tiene”, manifestó en la rueda de prensa.
Otra madre de una niña que se encuentra en el servicio de nefrología, pidió la reactivación de los trasplantes. “De eso depende la vida de nuestros hijos. Pedimos que se aboquen a la realidad que se está viviendo en la salud”, expresó la señora Katiuska Salazar.
Ingrid Soto, jefa de nutrición del hospital, denunció que a los “niños que ingresan a nuestro hospital se le está vulnerando su derecho a la alimentación, porque tanto la calidad como la cantidad de comida son inadecuados”.
También denunciaron las precarias condiciones en las cuales se encuentra la infraestructura y las áreas del hospital. Señalaron que en los últimos seis meses han fallecido 10 niños en el centro de salud.
Descuido total
José Garibaldi Soto, especialista del área de Medicina II, describió las precarias condiciones de la infraestructura del hospital, que tiene departamentos demolidos y no cuenta con ascensores.
Garibaldi denunció que desde agosto no hay insumos mínimos en el hospital para garantizar la vida y la adecuada atención de los internos. “En estos momentos no hay ni para hacer una hematología”, lamenta el galeno.
Además del progresivo deterioro de la planta física, se suma el déficit de personal. “Nuestros estudiantes de medicina solo están esperando terminar la carrera para irse en búsqueda de mejores condiciones de trabajo”, indicó Garibaldi.
Edennis Martínez, paciente del área de Hematología, compartió la historia de desasistencia que ha padecido en el centro pediátrico. “Por la falta de mantenimiento y de dotación de insumos contraje Hepatitis C dentro del hospital”, relató Martínez.
Sin capacidad
Asimismo, las organizaciones Prepara Familia y Cecodap denunciaron que el Hospital J. M. de los Ríos redujo su capacidad de atención a solo 90 pacientes en hospitalización de las 300 habitaciones que tenían disponibles.
El centro de salud, uno de los más importantes del país en su tipo y referencia a escala regional, y que está por cumplir 80 años, ha tenido que cerrar varias de sus unidades de atención en los últimos años. Además, padece la falta de insumos mientras los pacientes se mueren en las camillas.
Vietnam Vera, doctor del J. M. de los Ríos, afirmó que el deterioro en el centro asistencial no es reciente. Por el contrario, se han denunciado las precarias condiciones desde el año 2000.
“De siete servicios que hay en el hospital, quedan cinco y las posibilidades de que cierren las demás son bastante altas. Especialidades como cardiología, neumonología y hemodinámica están prácticamente cerradas”, dijo.
Los médicos denunciaron que hay dos alas del hospital cerradas. En una de ellas hay un árbol que crece en medio de la infraestructura. Aseguraron que se han hecho remodelaciones y se han gastado millones, pero estas duran solo poco meses porque luego los techos se vuelven a caer y las filtraciones reaparecen.
Las condiciones de algunos infantes empeoran debido a la situación del hospital. Los pacientes contraen infecciones como hepatitis y las enfermedades se agudizan. Los médicos no los pueden atender como es debido por la falta de insumos.
Sin especialistas
Degnis Martínez tiene 15 años de edad. Fue diagnosticada con talasemia mayor a los 6 meses de edad y seis después luego empezó su tratamiento en el hospital J. M. de los Ríos.
A pesar de su enfermedad y su corta edad, Martínez observa que el hospital se ha deteriorado en los últimos años. A su vez, las enfermeras y médicos abandonan sus puestos de trabajo en el hospital para probar suerte en otros países.
“Ellos se van del país porque se les hace muy difícil ver cómo a nosotros se nos deteriora la calidad de vida. Ellos aquí no cuentan con un buen sueldo, con materiales ni lo necesario y necesitan irse. Es difícil ver cómo les agarramos cariño y se van”, explicó Martínez.