La organización Human Rights Watch (HRW) denunció este viernes que al menos 16 manifestantes iraquíes han muerto por el impacto directo de cartuchos de gas lacrimógeno en el marco de las protestas que acontecen en el país desde hace dos semanas, en las que han perdido la vida al menos un centenar de personas, según diversas fuentes.
En un comunicado, la ONG señaló que ha documentado la muerte de 16 personas por ese motivo, de las más de cien que han fallecido desde el 25 de octubre, cuando dio comienzo la segunda oleada de protestas en Irak tras un primer estallido a principios de mes.
“El elevado saldo de muertos incluye aquellos que fueron golpeados directamente en la cabeza por cartuchos de gas lacrimógeno, lo cual hace pensar que existe un patrón (para golpearlos) y no son sólo incidentes aislados”, dijo en la nota la directora para Oriente Medio de HRW, Sarah Leah Whitson.
La organización entrevistó a 24 personas que han participado en las protestas en la capital, así como en las localidades de Basora, Kerbala, Maysan y Nasiriya (sur), además de visitar el principal punto de encuentro de los manifestantes en Bagdad (la plaza Tahrir) y analizar más de una decenas de vídeos, y reunió información sobre al menos 12 muertos por el impacto de cartuchos de gas en la cabeza.
Además, agregó en el comunicado, que un reciente informe de la misión de Naciones Unidas en Irak recogió 16 casos de muerte por el impacto de estos proyectiles -de metal y cuyo tamaño varía- en la parte superior del cuerpo de los manifestantes.
Ese informe cifró en 97 los fallecidos entre el 25 de octubre y el 4 de noviembre, al menos 48 de ellos “manifestantes desarmados” que perecieron por disparos durante las manifestaciones en varios puntos del país en ese periodo.
HRW también denunció hoy el uso excesivo de la fuerza contra los manifestantes, además de la falta de información por parte de las autoridades sobre muertos y heridos. Incluso la Comisión Iraquí de Derechos Humanos, organismo público e independiente que estaba documentando la represión de las protestas, ha dejado de divulgar cifras en los pasados días.
Por su parte, la plataforma NetBlocks, que monitorea la censura en internet, destacó este viernes que los incidentes violentos en Irak coinciden con los momentos en los que el país está más aislado y “el acceso a internet está deshabilitado de forma intencional” en las zonas donde se producen.
Según NetBlocks, este viernes por cuarto día consecutivo internet está prácticamente fuera de servicio, con una conectividad del 35 % en todo Irak, por lo que existe “una preocupación creciente que esto esté impidiendo la documentación de violaciones de derechos humanos”.