El duelo entre Navegantes del Magallanes y Leones del Caracas concitó entusiasmo, pero estuvo muy lejos de los habituales “llenazos” del estadio por los eternos rivales
Ya al revisar la venta online era fácil predecir que el primer duelo entre los Navegantes del Magallanes y los Leones del Caracas en el estadio Universitario no iba a registrar un nuevo “llenazo”, como era habitual en el clásico de la pelota criolla.
Un poco antes de las 2:00 pm, la página de venta de boletos tenía disponible 2.857 entradas en tribuna desde 232.000 bolívares hasta 58.000, y en gradas había localidades disponibles en 24.350 bolívares.
Al llegar al estadio, el flojo movimiento virtual se pudo comprobar en el mundo real. Casi sin colas, la organización hacia la taquilla corrió por cuenta de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), que le daba un cartoncito con un número a los compradores. Todo relativamente rápido, si bien no faltaron los revendedores, quienes ofrecían las entradas a 10, 15, 20 y 50 dólares, de acuerdo con la localidad.
Los precios de alimentos y bebidas se mantuvieron con respecto a la apertura. La arepa era el alimento más económico, a 60.000 bolívares. Las cervezas siguieron entre 14.500 y 17.000 bolívares.
Cuando se cantó la voz de “play ball”, las sillas verdes, e incluso las gradas del Universitario, lucían desoladas. Para el quinto inning, llegó mucha más gente. Y sí hubo bulla y un tibio entusiasmo, pero también muchos claros.
El espectáculo no fue muy bueno. El Magallanes cometió cuatro errores que facilitaron la victoria del Caracas, 8-3. Con todo, más de un aficionado defendió su derecho de ver pelota, sin figuras ni jugadores de Grandes Ligas, para “despejar la cabeza”.
El reporte oficial de asistencia al clásico de la pelota criolla esta vez sí estuvo en sintonía con el público que se vio en el estadio. Un total de 8.244 espectadores pagaron para ver el duelo entre los eternos rivales. Atrás quedó el 23 de octubre de 2018, día del primer gran duelo de la campaña pasada, cuando acudieron 20.476 aficionados al mismo recinto.
El juego
En los dos primeros innings del primer duelo de los eternos rivales en la temporada, el lanzador Francisco Carrillo ya tenía cinco ponches. Esa fue la introducción que le dio a su trabajo, que se extendió durante seis entradas, en las que no permitió ningún hit. No salió para el séptimo capítulo. Se quedó en el dugout viendo cómo el relevo de Leones del Caracas tomaba la responsabilidad. “Ya se le notaba un poco el cansancio”, dijo el mánager Harry Guánchez. “Y lo importante es que no pensábamos en el ‘no hitter’, pensábamos en la victoria”.
Los pensamientos e ilusiones de los melenudos se hicieron realidad. Celebraron su primer triunfo de la campaña al dar cuenta de Navegantes del Magallanes 8-3.
Wilfredo Tovar, en su debut con el Caracas en la zafra, abrió la pizarra en el tercer acto con doble al jardín izquierdo contra Eduard Reyes, iniciador eléctrico. El campocorto grandeliga se fue de 5-3, con anotada y dos remolcadas. “En ese turno vi que el pitcher le había dado boleto a (Eduard) Pinto y solo me enfoqué en buscar un buen pitcheo y darle con fuerza”, comentó el infielder. “Él me estaba trabajando bastante con el ‘cutter’ (recta cortada)”.
El inicialista Isaías Tejeda anotó en el cuarto tramo por el primero de tres errores del campocorto Ánthony Pereira. Alfredo González también se engomó por un tubey de Ericson Leonora. Jesús Solórzano amplió la ventaja en el quinto capítulo con imparable que remolcó a José García, quien entró después de que Eduard Pinto salió lesionado por un bolazo en la espalda mientras corría en la segunda base.
Carrillo salió con siete ponches en el bolsillo. En los tres primeros juegos de la temporada, los abridores del Caracas han acumulado gran cantidad de abanicados. Carlos Quevedo pasó por las armas a 10, Wanel Mesa a 8 y Carrillo a 7. El derecho, con firmeza, afirmó: “Esto no es casualidad, es trabajo”.
Después de Carrillo y el relevista Daniel Hurtado, Magallanes intentó revivir en el séptimo inning con una anotación empujada por Jackson Valera. Pero Leones dobló la producción del rival y pisó el plato en dos oportunidades en la entrada baja, gracias a sencillos de Juan Silverio y Ramón Cabrera.
Magallanes hizo dos en el octavo con hit de Josmil Pinto, pero las amenazas fueron difuminadas por Loiger Padrón que, como Tovar, debutaba. El lanzador se apuntó un rescate de cinco outs. “Loiger es un ‘pítcher’ que está hecho para esos momentos”, dijo Guánchez, quien llamó al bombero con un out y hombres en primera y segunda base en el octavo. “Él ya ha demostrado lo que puede hacer en esta liga”. Con dos carreras más en la parte baja del octavo, Leones aseguró el resultado y la derrota del Magallanes y de Reyes. Ambos equipos tienen récord de 1-2.