El pasado 8 de noviembre se cumplió un año del cierre de este centro, luego de un cortocircuito que dejó sin luz a varios servicios y parte de la emergencia. A la fecha, obreros entran y salen del edificio con bolsas de escombros, lo que habla de la continuidad de los trabajos de remodelación
El pasado 8 de noviembre, el hospital periférico de Coche, conocido oficialmente como Leopoldo Manrique Tejera, cumplió un año cerrado, como consecuencia de un cortocircuito que ocurrió en el área de los sótanos y que dejó casi toda la infraestructura sin luz.
De las causas muy poco se habló. Solo se dijo que, producto de las tomas ilegales que hacen los buhoneros instalados en la pared perimetral del hospital, hubo una sobrecarga que provocó un cortocircuito.
Los obreros dijeron, de manera extraoficial, que, además, los sistemas no recibían el mantenimiento adecuado, lo que pudo haber ayudado al recalentamiento y posterior accidente.
Durante el primer trimestre de este año, el director del hospital mencionó que no solo se iba a resolver ese problema, sino que igualmente harían una remodelación completa del edificio.
Acto seguido, llegaron más obreros y camiones con maquinarias y comenzaron a demoler baños, salas de hospitalización y la fachada. A los vecinos les generó angustia, pues es el único hospital para las parroquias Coche y El Valle y, además, era el centro de referencia toxicológica en el ámbito nacional.
Que lo tumbaran para remodelarlo significó también desconfianza para los trabajadores, entre quienes se corrió el rumor de traslados de los obreros y enfermeras a otros centros de salud. Eso originó el desarrollo de protestas en las puertas de puesto de emergencia, con capacidad para 50 camas pediátricas y 150 para la atención de adultos.
Los 90 días que se cumplían en abril se corrieron para mayo, luego para septiembre. Y ahora, según una trabajadora, será para principios de diciembre.
Lo que hay por los momentos son pisos completos en manos de los obreros que hacen mezclilla en las paredes, arreglan lámparas y baños, instalan cerámica y por fuera ya se peló toda la fachada y se frisó. No se sabe si le colocarán algún tipo de revestimiento para proteger de la intemperie al hospital periférico de Coche.
El director Miguel Rangel no estuvo el pasado lunes inspeccionando la refracción, y la ingeniera a cargo del proyecto de remodelación no suministró detalles del avance.
Todo el que está dentro del hospital periférico de Coche es personal de las contratistas. Hay muy pocos obreros de la nómina. Van una o dos veces por semana, si tienen para el pasaje. Las enfermeras solo van a firmar asistencia, pues no tienen espacios activos para cumplir con la jornada presencial.
Emergencia, Cirugía y Hospitalización de Hombres, Rayos X, Residencia de Trabajadores, Pediatría, Hospitalización de Mujeres, Quirófanos, Medicina Interna y la central de insumos son solo algunos de los servicios que están siendo intervenidos.
Cuando el presidente Nicolás Maduro era vicepresidente ejecutivo, en febrero de 2013, anunció la intervención del hospital Periférico de Coche, “para ir a un proceso profundo de reestructuración, de atención a fondo de los temas de infraestructura, de equipos e insumos, para atender un problema muy grave que se tiene no solo aquí, sino en otros hospitales del país como es la ausencia de médicos”.
Involucró en eso a la Contraloría General de la República y nombró padrino del hospital a Ernesto Villegas. Prometió convertido en una tacita de plata, pero seis años después se le rompió en las manos.
Remodelación por áreas
Pablo Zambrano, secretario general del Sindicato de los Trabajadores de la Salud, destacó que a principios de año ellos estuvieron de acuerdo con que se iniciara el proceso de remodelación, pero por áreas. “En ese momento el director dijo que sería total y que en 90 días estaría listo”. Le reparan todos los aires acondicionados, las tuberías de aguas servidas y limpias, y el cableado de electricidad.
“Todos los meses hicimos protestas porque no veíamos adelantos, y no nos acercábamos a la fecha de culminación. Vimos cómo las empresas se fueron retirando y enviaban menos obreros. No se hizo pública la información de la inversión y fue en julio cuando, en medio de los escombros, el director nos habla de avances, regresaron las empresas y nos ofrecieron entregar el hospital para finales de noviembre. Ojalá sea así, pero hemos visto que falta mucho y que tiene que dotar de equipos, como un tomógrafo y un resonador”.
De las áreas más emblemáticas está el servicio de Toxicología que también sufre un proceso de transformación, cuando era un servicio recién remozado.
Ahora, comentó Zambrano, nos han sorprendido algunas declaraciones del ministro de Salud, Carlos Alvarado, quien ha dicho que el hospital va a ser entregado a las comunas, un hospital tipo III. “De hecho, ningún centro de salud debe ser manejado por estos organismos, sino por el ente rector. En octubre se cumplió un año desde que el ministerio no manda recursos a los hospitales, imagínate cómo será eso, si la administración cae en manos de las comunas”.
El hospital de Coche es un centro de salud tipo III, que atendía a la comunidad de El Valle y Coche, a la población de Los Valles del Tuy y a quienes sufrían un accidente en la Autopista Regional del Centro. Había postgrados en Pediatría, Medicina Interna y Toxicología, y siempre fue un referente nacional en Toxicología, Traumatología y Cirugía.
Pacientes desasistidos
Luis Cano, representante de la Federación de Jubilados y Pensionados del sector salud, destacó la especialidad de cirugía de la mano, el servicio de psiquiatría y las terapias grupales. Contó de pacientes con estado de angustia y depresión que están abandonados por el sistema. Actualmente no funciona en su máxima potencia el Psiquiátrico de Lídice, pero tampoco el de Coche. Citó el caso de un paciente, habitante de la parroquia Coche, que intentó quitarse la vida este fin de semana y no encontró asistencia cercana; era paciente del Servicio de Psiquiatría.
Mabel Sarmiento/Crónica.Uno