El general evadido fue una figura de primera línea de las Fuerzas Armadas, jefe de la contrainteligencia militar durante ocho años y diputado del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
MADRID. Agentes de la Comisaría General de la Policía Judicial buscan desde el viernes al exjefe de la inteligencia militar venezolana, Hugo Armando Carvajal. El Pollo, como se conoce a este general venezolano de 59 años, no se encontraba en su residencia de Madrid cuando los agentes fueron a detenerlo, para cumplir con la orden de extradición a Estados Unidos, emitida el viernes pasado por la Audiencia Nacional.
El viernes, el pleno de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional anulaba la decisión tomada previamente por la Sección Tercera del mismo tribunal, presidida por el magistrado Alfonso Guevara, que rechazó esa misma extradición el 16 de septiembre, tras una vista celebrada cuatro días antes. Ese mismo día de mediados de septiembre salió Carvajal de la cárcel de Estremera, donde había ingresado en abril. Sus familiares le esperaron a la salida.
EE.UU. le reclama por haber colaborado presuntamente con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para introducir cocaína en el país norteamericano. En la solicitud de extradición las autoridades norteamericanas afirman que el general que dirigió los servicios de inteligencia venezolanos tanto con el presidente fallecido Hugo Chavez como con el actual, Nicolás Maduro, pretendía “inundar” Estados Unidos de cocaína, que supuestamente introducía con ayuda de la guerrilla colombiana. El gran jurado del tribunal del distrito sur de Nueva York le imputa ser miembro desde 1999 de la organización de narcotraficantes Cartel de los Soles, compuesto por oficiales venezolanos de alto rango. El objetivo de Carvajal era, además de enriquecerse, extender los efectos adversos de la cocaína por el país norteamericano, según Estados Unidos.
La Sección Tercera de lo Penal de la Audiencia Nacional entendió en septiembre que debía denegar la entrega al considerar que Estados Unidos realizaba su reclamación “por una motivación política”, dada su condición de antiguo jefe de la contrainteligencia venezolana, y reprochaba a la justicia norteamericana la escasa concreción en los cargos que le imputaban. La Fiscalía recurrió esa primera decisión por considerar que sí había “suficiente precisión” en la petición; y fue el pleno de la Audiencia el que la autorizó finalmente el viernes. La Policía Nacional le busca desde entonces, sin saber aún si ha logrado o no salir de España.
“Yo en la justicia de Estados Unidos no confío. No voy a tener derecho a la defensa de ningún tipo y a promover pruebas tampoco”, dijo en su comparecencia ante el tribunal español. Y explicó que quienes podían testificar en su favor en un potencial proceso judicial “están o sancionados o con la visa retirada en Venezuela, presos en México o muertos, como es el caso del presidente Chávez, que era quien me daba a mí las órdenes directas”. Carvajal dijo ser actualmente seguidor del opositor Juan Guaidó y aseguró sentirse “perseguido” tanto en EE UU como en Venezuela por el presidente Maduro, a quien también sirvió un tiempo. “Le conozco lo suficiente y sé de lo que es capaz”, dijo en referencia al líder chavista. /Agencias