En medio de la crisis política, luego de asumir la presidencia de Bolivia tras dos días de acefalía, y con el exmandatario refugiado en México, la presidenta interina Jeanine Áñez afirmó que la salida del líder indígena «era la demanda ciudadana, no era un capricho de la oposición».
En una entrevista con la cadena CNN, la exvicepresidenta del Senado respondió a las acusaciones de Evo Morales, quien, desde México, criticó a Áñez por haber puesto en marcha una asunción anticonstitucional pese a no haber contado con el quorum necesario y la responsabilizó por un presunto golpe de Estado. «Aquí lo que ha habido -por necesidad y por urgencia- es una sucesión constitucional avalada por el tribunal. No podía haber ausencia de Estado, el vandalismo estaba en la calle», dijo Áñez.
Dos días después de la renuncia de Morales, la mandataria interina apuntó contra el expresidente y lo acusó de «causar el desorden» en la calle. «Respondimos a esa demanda de la sociedad de pacificar Bolivia, asumimos ese reto porque no podemos estar indiferentes ante la situación caótica en la que nos dejó el presidente Morales para prorrogarse en el poder», afirmó.
Áñez escaló de su puesto como vicepresidenta del Senado tras las renuncias de los funcionarios que estaban encima de ella en la línea sucesoria. «Don Evo Morales es un estafador de la democracia», aseguró. «La demanda de la sociedad era pacificar Bolivia, nosotros hemos asumido a eso», agregó.