La cuadra de San Jacinto tendrá 17 locales comerciales, sumados al ya existente Páramo Café. La mayoría serán de comida: chocolate, donas, golfeados, una hamburguesería, dos negocios de carne, bodegones. Hasta un Burger King está en la lista de ofertas
Un año y siete meses han transcurrido desde la expropiación efectuada por la Alcaldía de Caracas a 19 locales que por décadas hicieron vida en la cuadra San Jacinto, en pleno casco central. Desde entonces, toda la manzana ha sido objeto de remodelación, sin que se informe oficialmente el destino de esos espacios.
Solo los avisos en algunos locales que anuncian la venta de chocolate y flores y, próximamente, de donas y golfeados, da una idea de lo que viene.
En total, toda la cuadra San Jacinto tendrá 17 locales comerciales, sumados al ya existente Páramo Café.
La mayoría serán de comida: chocolates, donas, golfeados, una hamburguesería, dos negocios de carne, bodegones y hasta un Burger King que está en la lista de oferta.
Abraham de Aguiar, parte del equipo de arquitectura y remodelación, informó que están en la primera fase del proyecto, por lo que no adelantó para cuándo estará lista la manzana. “Dependemos del presupuesto que nos asignen”.
A mitad de año, en la obra había 100 obreros, hoy tienen 30. Meten y sacan personal dependiendo del trabajo que realizan y si cuentan con material para avanzar.
Por los momentos está abierta al público la tienda de chocolates, sobria para el entorno colonial y costosa para el bolsillo de los citadinos. Hay productos de cacao en 25.000, pero los bombones van desde los 40.000 bolívares en adelante.
La tienda, a pesar de su ambiente moderno y baja iluminación, conserva piezas de la arquitectura del antiguo hotel León de Oro, inmueble con valor cultural reinaugurado en 2011. La madera oscura se combina con las columnas de adobe.
Similar refacción se hará en los otros locales. En todos hay rastros de la arquitectura antigua, de acuerdo con el ingeniero Alfonso Olivares, patólogo estructural, quien afirmó que está trabajando para rescatar el bien patrimonial y devolverle su valor urbano.
Obviamente, indicó, no pueden regresar el tiempo, pues encontraron mucho daño antrópico, por la acción del hombre durante años, pero garantizó que conservarán el emplazamiento de la obra y la imagen.
Donde durante 60 años funcionó el restaurante La Atarraya se instalará una hamburguesería. Al lado estará el museo La Torreta, que pertenece a la Alcaldía de Caracas. Cerca estará una panadería, una venta de té y esencias, y la tienda de souvenirs Más Venezuela.
Para finales de año no hay promesa de más inauguraciones, solo Noble Chocolate y Llevo Flores.
Los obreros aún sacan escombros de la parte interna, donde se prevé se construya una plazoleta a la cual se podrá acceder desde los locales y kioscos.
En donde se ve más cruda la obra es en el Pasaje Linares, como se llamó originalmente al callejón donde se exhibían piñatas y artículos para cumpleaños.
San Jacinto se inserta dentro del Conjunto Urbano de San Francisco, declarado Bien de Interés Cultural en la Gaceta Oficial 36.762 del 11 de agosto de 1999.
La medida de expropiación está ligada al proyecto denominado “Zona de desarrollo especial, cultural, turístico y socioeconómico del casco histórico de Caracas”, que se hará conjuntamente con el Gobierno del Distrito Capital, en el marco del convenio para la rehabilitación, revitalización y recuperación del casco histórico de Caracas.
Los lugareños, como Mercedes Pitia, ven con buenos ojos la rehabilitación, aunque añoran las piñatas y La Atarraya.
Con la expropiación más de 400 empleados se vieron afectados. Muchos quedaron en la calle. Para el momento la alcaldía les ofreció un bono de 700.000 bolívares.
Quienes tenían negocios de caramelos y artículos para fiestas se instalaron por su cuenta en locales cercanos pagando alquiler en dólares, pues tampoco el ayuntamiento dio respuesta de reubicación a los que por años dieron vida a la cuadra San Jacinto.
Mabel Sarmiento/Crónica.Uno