El inicialista y designado de los Tigres de Detroit enfocado en darle estabilidad a su cuerpo, dado que los médicos le informaron que no existe una cirugía para arreglar los problemas crónicos de su rodilla derecha
Los Tigres pasarán el receso de temporada en busca de un bateador productivo para reforzar su lineup, probablemente un jardinero o un primera base, confirmó el gerente general Al Ávila durante las reuniones de gerentes generales. Pero su mejor oportunidad de darle un empujón a su ofensiva es un regreso en salud del veterano Miguel Cabrera.
Hasta este momento, Ávila dejó en claro la oportunidad de que Cabrera regrese en plena salud está en las propias manos del venezolano. «Está comprometido a llevar un riguroso programa de entrenamiento este invierno», les dijo Ávila a un grupo de reporteros, incluido Jesse Sánchez de mlb.com desde las reuniones de GG. «Si se compromete a este programa 100 % como lo está demostrando hasta ahora, debería estar bien».
El mensaje de los médicos al finalizar la campaña, como se esperaba, es que no existe una cirugía para arreglar los problemas crónicos en la rodilla derecha de Cabrera. Su mejor esperanza para permanecer sano y ser productivo es fortalecer la pierna y perder algo de peso. «Para él, lo más importante será mantenerse en su programa de fortalecimiento y acondicionamiento físico, y obviamente su dieta”, manifestó Ávila. «Estas serán las claves para poder mantenerse en salud. Las lesiones que ha sufrido y las operaciones a las que se ha sometido siempre le van a cobrar factura. Permanecerán en su cuerpo. No existe una cirugía para arreglar su problema, por lo tanto, la única manera es apegarse a un programa de entrenamiento».
A pesar de que los 136 juegos en los que Cabrera vio acción esta pasada campaña fueron su mayor cantidad en una sola temporada desde 2016, no estuvo al 100 % en la mayoría, y se vio limitado a aparecer como bateador designado tras recibir su diagnóstico en junio. El exganador de la Triple Corona bateó .282 (de 493-139) con 21 dobles, 12 jonrones, 59 carreras remolcadas y OPS de .744. Su porcentaje de slugging de .398 fue el más bajo en sus 17 años como ligamayorista.
A mediados de junio de 2018 y después de disputar solamente 38 juegos, el artillero maracayero sufrió la ruptura del tendón del bíceps izquierdo, tras lo cual debió someterse a una intervención quirúrgica que lo alejó de los diamantes. Luego se reportó a los entrenamientos primaverales en su peso usual con la esperanza de recuperar el poder en su swing. Los persistentes problemas en su rodilla lo obligaron a cambiar su swing, poniendo la mayoría del peso sobre su pierna izquierda. Eventualmente Cabrera pudo ajustarse, y logró batear .298 con .839 de OPS en sus últimos 44 compromisos, pero su movilidad era limitada. Casi nunca vio acción en juegos de día tras un juego de noche mientras los Tigres trataban de lidiar con el problema.
Cabrera reconoció antes del final de la temporada que necesitará perder peso durante el invierno para aliviar un poco el desgaste diario. También dijo que le gustaría regresar a cubrir la primera base por lo menos de manera ocasional la próxima campaña, algo que para Ávila no es lo más adecuado. «En un mundo perfecto, yo diría que, por su bien, y por el bien del equipo, ser un bateador designado de tiempo completo es probablemente lo mejor para mantenerse en salud», indicó Ávila. «Ahora mismo, en pleno receso de temporada, no puedo afirmar que no volverá a jugar en la primera base. Necesitamos ver qué tan bien se siente, qué tan duro ha trabajado para ponerse él mismo en esa situación».