El tío de los niños, quien grabó el video del menor acusando a los militares de maltrato, fue arrestado el pasado lunes por unas horas y luego fue liberado
Gonzalo Himiob, abogado del Foro Penal, informó que la denuncia en contra de funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) del estado Anzoátegui por maltratos a dos menores de edad ya ha sido interpuesta ante los tribunales competentes.
El fin de semana se hizo viral en las redes sociales un video de un niño que denunció que, junto a otro menor de edad, fue víctima de golpes y maltratos por parte de un funcionario conocido como el teniente Anderson Arellano.
Himiob dijo que a ambos pequeños, de 8 y 11 años de edad, se les realizó un examen médico forense. Abogados del Foro Penal de El Tigre se hicieron cargo del caso.
El tío de los niños, quien grabó el video, fue arrestado el pasado lunes por unas horas y luego liberado. “Desde el Foro Penal exigimos una investigación a fondo de los hechos y que se determinen las responsabilidades a que haya lugar”, manifestó Himiob.
La Subdelegación del Cicpc en El Tigre, estado Anzoátegui, anunció el pasado lunes que se hará cargo de la investigación.
En el video, el niño indicó que el funcionario le dio cachetadas, lo torturó en un pipote lleno de agua y además le aplicó electricidad.
Presuntamente, el militar también amenazó al pequeño en caso de que le dijera algo a su padre sobre lo ocurrido.
El motivo del castigo se debió a que el niño y otros jóvenes habrían jugado con los animales de un pesebre de la GNB.
Franklin Marín, tío del menor de 11 años de edad que grabó el video, declaró durante horas en el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas que tiene a su cargo la averiguación.
El niño, que lloraba, relató las presuntas torturas de que fue víctima por un teniente y otros funcionarios de ese componente que están por identificar.
Pudo haber muerto
En conversaciones con un equipo periodístico del portal TalCual, Solimar de Meleán, abuela del menor de 11 años de edad presuntamente torturado por efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana el pasado fin de semana, reveló detalles de lo ocurrido.
Meleán detalló que en las afueras del centro de formación militar fue instalado un pesebre que llamó la atención de los niños. El nieto de Solimar, junto a otros se acercó a jugar con en el nacimiento. “Cambiaron de un lado a otro los muñequitos, se divertían… niños al fin. Puede ser que se hayan llevado alguna ovejita, no sé”, dijo la abuela.
La situación que se generó no ameritaba llegar al punto de torturar a los niños, agregó. “A mi nieto lo golpeó, lo cacheteó, le haló la oreja, le pegó la cabeza contra la pared y no conforme le metió la cabecita en el tobo con agua de coleto, le metió corriente… es un aberrado”, dijo al referirse al funcionario militar que señalan como autor del hecho.
La primera violación a los derechos del niño -precisó su abuela- fue haberlo ingresado a las instalaciones de la escuela militar y mantenerlo detenido junto a otro niño de 8 años de edad. “Es un abuso, un delito. El otro niño es más pequeño (8 años) que mi nieto, que apenas tiene 11 años».
Al más pequeño, el capitán Arellano le dijo que lo iba a picar en pedacitos y luego se lo mostraría a mi nieto, si regresaban a meterse al pesebre.
El capitán de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) es señalado por la familia del menor de edad como el autor de los hechos antes descritos. La abuela del menor señaló que el oficial habría actuado en compañía de otro militar. “Mi nieto, en medio del llanto y los nervios, recuerda que eran dos, pero a Arellano lo identifica como la persona que lo golpeó”.
Para el niño resultaba algo común jugar con sus amigos en las adyacencias de la escuela militar, pues su residencia se encuentra apenas a 100 metros del lugar.
A punto de morir
El niño agredido padece una patología a nivel neurológico que lo obliga a seguir un estricto tratamiento médico, por lo que una vez que salió de la instalación militar fue llevado al hospital de Pdvsa en la localidad para un examen médico general.
“El doctor que lo vio nos dijo que si hubiera tomado el medicamento antes del evento, con la corriente que le metieron hubiera sufrido un infarto”, reveló la abuela.