La gravedad de la situación en Bolivia ha ocasionado también que surjan voces desde las entrañas del bando de Morales que le piden al exmandatario que deponga la beligerancia y ayude a la pacificación del país.
Son autoridades, dirigentes sindicales y viejos compañeros de lucha que saben que el expresidente es uno de los actores clave para que cesen la violencia y las muertes.
La crisis boliviana empezó inmediatamente después de las elecciones presidenciales del 20 de octubre pasado, cuando el Tribunal Supremo Electoral declaró a Evo Morales ganador en primera vuelta otorgándole un cuarto mandato consecutivo hasta 2025.
Lo que no se veía venir era la ola de denuncias de fraude y manifestaciones por parte de los adversarios políticos del exmandatario y una auditoría lapidaria de la Organización de Estados Americanos que reportó irregularidades en el proceso eleccionario, precipitando la renuncia del expresidente y la llegada de Jeanine Áñez a Palacio de Gobierno.
En conversación con Concepción Ortiz la dirigente partidaria de Evo Morales no repara en denunciar que el nuevo Ejecutivo reprime con violencia a los sectores movilizados mientras que al mismo tiempo habla de pacificar el país.
«Yo le digo como mujer a la señora Jeanine que se retire a los militares, no maten ya a nuestros hermanos. Qué culpa tienen ellos para que les metan bala», dice
Ortiz asegura que el camino es convocar de inmediato a nuevas elecciones y reconoce que para ello ambos bandos deben deponer actitudes radicales, incluyendo al expresidente Morales