Con un Messi en su más alto nivel, el conjunto blaugrana se clasificó a los octavos de final de la Champions League tras vencer al Borussia Dortmund por 3-1
El Barcelona, con un excelso Lionel Messi, selló el billete de su equipo para los dieciseisavos de final de la Liga de Campeones tras superar 3-1 al Borussia Dortmund, en una jornada en la que el vigente campeón, el Liverpool, no pudo con el Nápoles en Anfield (1-1) y aplazó su clasificación para el último día mientras que el Leipzig, con dos tantos agónicos de Emil Forsberg al Benfica, selló su pase.
Los hombres de Ernesto Valverde volvieron a mostrar un fútbol lejano a su mejor versión, pero el despliegue de Messi acabó con la resistencia del Dortmund, que durante muchos tramos del partido llevó la manija del juego. Sin embargo, no mostró la misma contundencia que el Barcelona y se quedó sin puntos.
Los tantos en la primera parte de Luis Suárez y de Messi, que celebró su encuentro 700 en el Barcelona, abrieron el camino de la victoria. El argentino asistió a su compañero, marcó y después en la segunda parte dio otro pase de gol a Antoine Griezmann. El francés saltó al campo en el acto inicial por un abatido Ousmane Dembélé y aprovechó su oportunidad para sentenciar un resultado redondeado por el inglés Jadon Sancho que dejó al Barcelona en dieciseisavos.
La segunda plaza del Grupo F se la disputará el conjunto alemán con el Inter, que ganó 1-4 al Slavia Praga impulsado por una exhibición del belga Romelu Lukaku. Primero, completó una jugada tremenda para asistir al argentino Lautaro Martínez en el primer gol de su equipo. Después, el VAR anuló el que sería su primer tanto del choque y mostró su crueldad en la revisión para señalar un penalti anterior a favor del cuadro checo que transformó Tomas Soucek.
Y, al final, cuando el Inter parecía condenado al empate, apareció para marcar en un mano a mano ante el guardameta esloveno Samir Handanovic. Su diana y la posterior de Lautaro Martínez tras otra asistencia de Lukaku, propiciaron que el Inter dependa de sí mismo en la última jornada. Empatado a puntos con el Dortmund, con una victoria en el Giussepe Meazza frente al Barcelona, estará en dieciseisavos.
El Liverpool también tendrá que esperar a la última jornada para conocer su destino. Los campeones tropezaron con el Nápoles, que plantó cara a los hombres de Jurgen Klopp y consiguieron un empate (1-1) meritorio con el gol del belga Dries Mertens al que contestó el croata Dejan Lovren en el último tramo del choque.
En el grupo H, el Valencia mantuvo intactas sus aspiraciones de alcanzar los octavos de final pero dejó escapar con vida al Chelsea, que arrancó un empate (2-2) en Mestalla después de un partido eléctrico que pudo decantarse del lado del equipo de Albert Celades en el tiempo añadido con una ocasión clamorosa que falló Rodrigo Moreno.
Ahora, el Valencia se jugará su billete en el Amsterdam Arena frente al Ajax, que superó al desahuciado Lille.