“América Latina no volverá a ser la misma”, aseguró en una entrevista el exvicepresidente guatemalteco Eduardo Stein.
Como representante especial para Venezuela de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur), Stein es el responsable de coordinar esfuerzos para atender una emergencia migratoria sin precedentes en la región.
Más de 4,5 millones de venezolanos han huido de la devastadora crisis de su país, de los cuales 1,5 millones han encontrado refugio en Colombia, por mucho el principal destino, seguido de Perú (860.000), Chile (371.000) y Ecuador (330.000).
“Ningún país puede enfrentar solo este éxodo”, valora Stein (Ciudad de Guatemala, 1945) en una charla con El País durante su reciente visita a Bogotá para lanzar un plan regional ante las crecientes necesidades humanitarias de los refugiados y migrantes venezolanos en América Latina y el Caribe, así como las comunidades que los acogen.
Indicó el funcionario, al País de España, que “mientras no haya una solución política interna estable en Venezuela, la gente que se siente en situaciones de carencias extremas va a seguir saliendo a razón de entre 4.000 y 5.000 diarios. Nosotros tenemos que prepararnos como región para un fenómeno de migración forzada que presiona las estructuras públicas de atención en salud, en educación y sobre todo la capacidad de oferta de trabajo”.
Sobre la exigencia de visas especiales a los venezolanos migrantes, Stein fue claro en su posición: “Algunos países han impuesto un tipo de visa que lo que ha hecho es disminuir el flujo de ingresos legales, pero aumentar los cruces irregulares, lo cual coloca a esta población en una vulnerabilidad mayor, porque tienen que recurrir a bandas criminales transfronterizas para lograr estos cruces”.
Puntualizó que “si los flujos (de migrantes venezolanos) siguen como van, podríamos llegar a finales de 2020 a cerca de 6,4 millones de personas. O sea, sí superaría las cifras del fenómeno sirio. Con dos diferencias importantes. La gente está saliendo de un país que no está en guerra y de un país que tiene las reservas probadas de petróleo más grandes del mundo”.