El nuevo canciller argentino, Felipe Solá, fue el encargado de, en diversas entrevistas, explicar los pormenores del arribo del exmandatario
BUENOS AIRES. El gobierno de Argentina, presidido por Alberto Fernández, accedió a concederle el estatus de refugio al expresidente de Bolivia, Evo Morales. Sin embargo, puso como condición de que no ofrezca declaraciones públicas, ni en referencia a asuntos internos del gobierno de Buenos Aires, ni relacionados con Bolivia. Así lo dio a conocer Felipe Sola, canciller argentino.
El exmandatario boliviano llegó a Argentina, luego de abandonar México, donde se encontraba en condición de asilado. El ingresó al país suramericano ocurrió dos días después de que Alberto Fernández se juramentó como presidente.
El canciller aseguró que el deseo del exmandatario de Bolivia de refugiarse en Argentina se desprendió del hecho de que sus hijos se encuentran en territorio argentino.
Además, «México está muy lejos de su país de origen. En su momento, Morales le pidió refugio a Mauricio Macri, pero él no se lo concedió», dijo.
El canciller argentino también señaló que el nuevo gobierno de Fernández asumió la protección de Morales. Explicó que esta decisión se tomó por considerar que podría llegar a correr riesgo su vida.
«Si le sucediera algo a Evo, no solo se perdería una vida humana. También correría sangre en Bolivia», opinó. /ND