Ya la propuesta de ajuste está plasmada en papel. En la calle se hace efectiva de diferentes formas: si es en la mañana, el precio del pasaje es 3.000, al mediodía 4.000 y pasadas las 6:00 pm son 6.000 bolívares, dentro de un mismo municipio
El precio del pasaje urbano está sin control. De 2.000 bolívares que terminaron cobrando a finales de 2019, los primeros días de 2020 la tarifa ha tenido un incremento de 50 % y 60 %.
Entre 3.000 y 6.000 bolívares cobran dentro de un mismo municipio. Los transportistas se amparan en las alzas de dólar. “Pero si baja un centavo, no hacen ajustes que beneficien al usuario”, dijo Luis Zambrano, pasajero.
Y es que ese ha sido el argumento en el cual los gremios del transporte se escudan desde hace dos años para seguir a flote. Comenzaron con la propuesta de 0,10 centavos de dólar, hace más de año y medio, y desde entonces han sido indetenibles los aumentos no oficiales en el tarifa del pasaje urbano.
El Gobierno Nacional dejó por su cuenta a los transportistas, y las alcaldías que, por ley, deben sentarse a discutir las tarifas durante el primer trimestre del año, tampoco han intervenido, lo cual generó anarquía y puso el servicio en la situación actual: no hay rutas, no hay paradas, no respetan los horarios, hay migración de unidades y cada quien cobra lo que quiere.
El perjudicado es el que se sienta en los puestos detrás del chofer, que no solo tiene que cazar el efectivo, sino que además tiene que hacer maromas para que le alcance el dinero para pagar solo pasaje.
Ahora, el Comando Intergremial del sector transporte está proponiendo al gobierno y a la opinión pública nacional que el costo de la tarifa por servicio de transporte terrestre público de personas en Venezuela sea anclado o tomen como referencia el precio de venta del dólar, para todas las modalidades de servicio: urbano, suburbano e interurbano.
También sugiere que el Órgano Nacional Superior del Transporte debe reunirse cada tres meses, los días 25 del mes correspondiente, a fin de establecer la tarifa del mes subsiguiente con base en el precio de venta del dólar.
Los gremios estiman que una vez logrados los montos en divisas necesarios para cubrir los costos de operación de las unidades, los tiempos para las reuniones del ajuste tarifario deberán ampliarse hasta llegar a un año calendario.
Esa propuesta será presentada este jueves al mayor general Néstor Reverol, vicepresidente de los Servicios Públicos y ministro para Interior, Justicia y Paz.
En ese documento, que suscriben en representación de más de 85 % de las organizaciones dedicadas a la prestación del servicio de transporte público terrestre en todo el territorio nacional, expresan además que respaldan lo dicho por el presidente Nicolás Maduro, quien precisó clara y diáfanamente en el programa José Vicente Hoy, transmitido el 17 de noviembre de 2019, “que no desaprueba la dolarización de facto que experimenta un sector de la economía del país, al considerar que el fenómeno actúa como una ‘válvula de escape’ que aporta a la ‘recuperación y despliegue’ de las fuerzas productivas”.
El Comando Intergremial dice que es consciente de que los ajustes no representan una solución definitiva al problema del transporte público en Venezuela: “Estos solo oxigenan por un tiempo muy corto la situación señalada, a pesar de ser este un servicio vital y estratégico para la economía del país. Entre otras muchas razones, porque los insumos, partes y repuestos que se necesitan para mantener el servicio se adquieren en dólares y la tarifa que se recibe por el servicio prestado es pagada en bolívares, una moneda que se devalúa a diario”.
Aclaran, además (para justificar los aumentos), que los insumos que vende el Ejecutivo al sector (aceites, baterías y cauchos) a precios subsidiados no representan más de 15 % de los costos para que una unidad se mantenga operativa. Adicionalmente, indican que apenas llegan a 20 % los transportistas que todavía mantienen sus unidades en la calle. Un vehículo estándar de los utilizados en Venezuela tiene más de 3.000 ítems necesarios para poder operar.
Ya la propuesta de ajuste está plasmada en papel. En la calle se hace efectiva de diferentes formas: si es en la mañana, el precio del pasaje urbano es 3.000; al mediodía, 4.000, y pasadas las 6:00 pm, son 6.000 bolívares dentro de un mismo municipio.
Mabel Sarmiento/Crónica.Uno
Bs.60.000 desde Río Chico
De la periferia hacia Caracas es otra historia. De Río Chico, la única camioneta que sale del pueblo a las 3:00 am, la que agarra la señora Belkis Urquiola para poder llegar a su cita de quimioterapia en el hospital Luis Razetti, cobra 60.000 bolívares en efectivo. Lo mismo que de Caracas para San Juan de Los Morros.
La distorsión de la economía y la falta de control llevó al sector a una crisis severa que se paga con creces y es un verdadero dolor en el bolsillo, tanto para el que sale al ruedo, como para el que paga por el servicio.