Los desechos obstaculizan el tránsito peatonal en la avenida Páez y generan malos olores, mientras que los huecos ocasionan daños importantes a los vehículos
Transitar la avenida José Antonio Páez de El Paraíso, a la altura del distribuidor Baralt, se ha convertido en un dolor de cabeza para peatones, conductores y vecinos. Según denuncian vecinos de la zona, en los alrededores del distribuidor reposan grandes pilas de basura que se acumulan durante días.
“Este problema tiene años, y las autoridades nunca hacen nada. El camión pasa cada 3 o 4 días, pero no es suficiente para la cantidad de basura que se bota en la zona”, denunció la vecina Gladys de Beky.
Según sus declaraciones, no son solo los vecinos quienes dejan sus desechos en el distribuidor. “Aquí bota la basura cualquiera que pasa con un carro, algunos son de otras zonas de El Paraíso, otros de la Cota 905”.
Al preguntarle respecto a las acciones de los vecinos, y las denuncias ante las autoridades, agregó que los vecinos no han realizado denuncias ni han podido protestar, estamos cerca de las Residencias Victoria, “y nos obligan a mantenernos bajo perfil”. Las Residencias Victoria fueron unas de las más afectadas por la represión policial en las últimas protestas nacionales.
Vialidad en mal estado
En el distribuidor Baralt, la basura no es el único problema. Los vecinos también reportaron que la vialidad se encuentra en muy mal estado, en específico frente a la estación de los Bomberos de Caracas y el Colegio Santa Ana.
“La calle tiene huecos enormes, y es un problema que se ha venido agravando desde hace más de 4 años”, señaló De Beky. “Carros, camionetas, autobuses, todo lo que pasa por aquí sufre daños si no manejan con cuidado”, puntualiza. Muchos conductores dañan sus cauchos por los huecos, así como cardanes y puntas de eje, que se sueltan a causa de mal estado de la vía.
“En horas pico se forma mucha cola en la calle por lo lento que deben pasar los carros para no caer en los huecos”, dice la reportera.
Presencia de indigentes
Otro de los problemas que sufre la comunidad es que debajo del elevado donde inicia el distribuidor hacen vida varios indigentes, quienes hacen sus necesidades, se bañan, duermen y cocinan en el mismo lugar. “También rompen las bolsas de basura para buscar que comer, y las dejan tiradas en el mismo sitio”.
El llamado que hace Gladys de Beky es a las autoridades del municipio, y demás entes gubernamentales responsables, para que atiendan los diferentes problemas que aquejan a los vecinos y transeúntes del sector.
Pedro Reyes/El Pitazo