Un militar de alto rango del Ejército yemení y siete soldados murieron hoy en una emboscada tendida por supuestos miembros de Al Qaeda en la provincia de Mareb, al noreste de Saná, informó el Ministerio de Defensa.
En un comunicado, Defensa explicó que el ataque contra el convoy del general Naser Magdi Farid, comandante de la zona militar del centro del Yemen, causó, además, varios heridos, cuyo número no fue determinado.
Las fuerzas militares y de seguridad lanzaron una operación para perseguir a los atacantes.
Farid, según informó a Efe una fuente militar, estaba de camino a la zona de Al Wadi para dirigir una campaña militar contra un grupo de hombres armados implicado en el sabotaje del oleoducto principal de esta provincia petrolera.
En esta zona se produjeron, además, enfrentamientos violentos entre la Brigada 113 de Infantería y combatientes de la tribu Al Damashqa, acusados por las autoridades de sabotear ese oleoducto y el tendido eléctrico.
Estos enfrentamientos causaron la muerte de dos soldados y heridas a seis, según la fuente castrense, que no precisó las bajas en las filas de los combatientes tribales.
Las autoridades explicaron que los miembros de Al Damashqa abrieron ayer fuego contra el tendido eléctrico, lo que causó un apagón en la capital yemení y en otras ciudades durante varias horas.
Los combatientes tribales suelen recurrir al sabotaje del oleoducto en Mareb para presionar a las autoridades centrales para que respondan a sus demandas.
Además de las tribus, también grupos extremistas han atacado instalaciones petroleras en el Yemen, donde Al Qaeda ha aumentado su actividad en los últimos meses aprovechando la inestabilidad en el país.