Chad Wolf, secretario interino del Departamento de Seguridad Nacional, aseguró que la nueva barrera ha disminuido notoriamente el ingreso ilegal de migrantes mexicanos
El gobierno de Estados Unidos celebró este viernes que terminó la construcción de los primeros 160 kilómetros del muro fronterizo con México como parte del esfuerzo que llevó a la reducción del cruce de migrantes indocumentados en los últimos meses.
«Quiero enfatizar que cada pulgada de las 100 millas que hemos construido es un nuevo sistema de muro fronterizo. No es un reemplazo como nuestros críticos lo han llamado, es un nuevo muro», aseguró el secretario interino del Departamento de Seguridad Nacional, Chad Wolf, durante una conferencia de prensa en Arizona.
Wolf aseguró que se cambiaron las anticuadas barreras a lo largo de la frontera que eran fáciles de traspasar por una moderna, que incluye tecnología de punta como sensores, cámaras de vigilancia y mejor acceso para los agentes fronterizos.
El funcionario indicó que esta nueva infraestructura metálica, aunque lejos del muro de cemento que prometió construir Donald Trump a lo largo de los 3.180 kilómetros de frontera con México, supone una importante barrera para aquellos que intentan cruzar de forma ilegal o traficar drogas. «Las cifras no mienten, lo he dicho una y otra vez: el muro funciona», dijo Wolf. Además, agregó que donde se construyó parte de esta alta valla, el cruce de inmigrantes indocumentados disminuyó.
colocó como ejemplo el sector de Yuma, donde, tras la construcción de la nueva barrera, el cruce de indocumentados descendió 78% en los últimos meses. A pesar del logro obtenido, el gobierno de Trump aún se encuentra muy lejos de su meta.