El Gobierno de Perú ratificó que evalúa expulsar a más de un centenar de venezolanos detenidos el fin de semana por su presunta participación en una red criminal, tras un enorme operativo policial dentro de un hotel en un balneario al sur de Lima.
En el operativo del domingo se arrestó a 124 personas, entre ellos 114 venezolanos, en un hotel en el distrito Punta Negra que funcionaba como base de operaciones para la planificación y realización de delitos, informó la policía.
Entre los detenidos también hay cuatro colombianos y seis peruanos. En el lugar se hallaron además 10 armas de fuego, droga sintética, munición, seis vehículos, celulares, laptos, radios y seis vehículos, registró el diario peruano El Comercio.
La policía llegó al hotel siguiendo a un sospechoso de asesinar a un hombre la semana pasada en un local de comida rápida. Todos los detenidos están siendo investigados, agregó.
«Los que resulten responsables en graves hechos y tengan una sanción penal van hacer procesados por la justicia peruana y el resto va ser expulsado cumpliendo con los trámites de rigor en migraciones», dijo el ministro de Interior, Carlos Morán.
De los hombres capturados, 73 son ciudadanos venezolanos, y en relación a las mujeres 41 de ellas son venezolanas y tres colombianas; el resto peruanos, agregó la nota.
El operativo realizado en el balneario de Punta Negra, en el distrito del mismo nombre, se ejecutó tras varios meses de trabajo de inteligencia, informó la policía.
El ministerio informó en Twitter que el Hotel Rojo de Punta Negra era utilizado como un «búnker» donde los delincuentes planeaban asaltos, secuestros y sicariatos y que previamente a la intervención policial se habría realizado una fiesta.
El ministro manifestó que Perú reconoce que la mayoría de los venezolanos que han ingresado al país llegan a buscar un futuro mejor «huyendo de un Gobierno que está en crisis política y económica», pero también han cruzado la frontera muchas «personas de mal vivir» falseando documentos.
Unos 860.000 venezolanos han llegado a Perú, según datos de la oficina de migraciones hasta fines del año pasado, convirtiendo al país en el segundo mayor receptor de estos migrantes después de Colombia.
La inseguridad se ha convertido en uno de los mayores problemas en Perú y la mayor parte de la ciudadanía culpa a los migrantes venezolanos de un aumento del crimen, en medio de un mayor sentimiento de xenofobia en el país, según encuestas de opinión.
«Si son extranjeros y están en un lugar donde hay consumo de drogas, hay armas, evidentemente no son personas buenas, son personas de mal vivir y por eso razón hombres y mujeres van a ser tratados de la misma manera», agregó el ministro.